El Observatorio de Economía Urbana del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) difundió un informe que analiza en profundidad el gasto público en Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entre los años 2016 y 2022. De allí se desprende que hubo una fuerte caída de la inversión en 31 de los 33 hospitales porteños: sobresalen el Borda, Moyano, Marie Curie y Piñero, entre otros establecimientos con reducciones superiores al 20% de sus presupuestos. Si se suma la caída de presupuesto en todos los hospitales de la Ciudad, se trata de un ajuste superior a los 36 mil millones de pesos en un lapso de apenas siete años.
«Esta caída del gasto contrasta con el crédito disponible no devengado. Es decir, fondos disponibles que no se utilizaron. En este caso resalta especialmente llamativo el año 2020 cuando, en plena pandemia, el Ministerio de Salud dejó más de 500 millones de pesos a precios de 2023 sin ejecutar», cuestiona el informe.
Desde CEPA señalaron que el gasto agregado en personal permanente y transitorio se redujo en 32 mil millones de pesos, lo que implica una caída del 11%. Este ajuste en la masa salarial impacta en los recurrentes conflictos del gobierno porteño con personal de la salud, en un contexto de salarios de $180.000 en promedio que quedaron muy por debajo de la inflación. «Nos estamos quedando sin personal y las guardias están desbordadas», explicó a El Grito del Sur Héctor Ortiz, referente de la agrupación Hospitales de la Ciudad (ATE).
Así como la participación del gasto en salud -como porcentaje del gasto total del GCBA- pasó del 17% en 2016 al 14,8% en 2019, a partir de 2020 comenzó un sendero creciente en línea con las necesidades que trajo la pandemia. En 2020 y 2021, el gasto en salud se incrementó en cerca de 85.000 millones de pesos (21%). Sin embargo, desde 2022 nuevamente se observó una dinámica descendente del gasto, puesto que su ejecución se redujo en casi 55 mil millones de pesos a precios constantes de 2023. «Esto es una caída del 11% en sólo un año», retrata la investigación.
La tijera sobre los hospitales
El centro CEPA analizó la dinámica de ejecución de gran parte de los hospitales porteños y centros de salud, observando un «fuerte ajuste en el gasto». Éste es el caso del Hospital Muñiz, cuya retracción del gasto entre los años 2016 y 2019 fue cercana al 14% o 2 mil millones de pesos (a precios de 2023). Si bien hubo un importante incremento del 57% en 2020, en los años sucesivos se observa una caída en la ejecución presupuestaria del 12% en 2021 y 13% en 2022.
En cuanto al Hospital Marie Curie, se manifiesta una baja de la ejecución en todos los años analizados. El peor año de todos fue el 2017, con un recorte de 4 mil millones de pesos. El resto de los años fueron de una «lenta» reducción en la ejecución. Lo mismo ocurre en los hospitales Udaondo y Quemados, también afectados por un ajuste que ronda entre el 15% y 20%. Podemos mencionar al mismo tiempo la situación en el Hospital Ferrer, cuya retracción del gasto en los años 2018 y 2019 fue cercana al 13%. Sin embargo, en 2020 se revirtió esa tendencia y luego la ejecución del gasto en este hospital se mantuvo «estable».
Párrafo aparte para los hospitales de salud mental Moyano y Borda, que sufrieron una sensible caída del gasto en el período relevado. «El Moyano pierde cerca de 2.000 millones de pesos, un 20%; mientras el Borda sufre un ajuste cercano a los 2.500 millones de pesos, lo que implica un 25% de recorte. Entre ambos hospitales, el ajuste es cercano a los 5.000 millones de pesos», señalan desde CEPA.
Los hospitales infantiles tampoco se salvan de esta tijera. El Hospital Ricardo Gutierrez sufrió un ajuste cercano a 1.000 millones de pesos, cercano al 4% de su presupuesto. En el caso del Hospital Pedro de Elizalde, el recorte fue cercano a los 1.500 millones de pesos (una caída de más de 8 puntos de su presupuesto). Por su parte, el Ramón Sarda sufrió un ajuste cercano al 10%, es decir equivalente a cerca de 900 millones de pesos.
Por último, cabe destacar que en los hospitales del sur de la Ciudad también hubo ajustes significativos en las partidas. Lo ocurrido en el Hospital Piñero fue notable: el presupuesto se redujo en un 20%, lo que implica un recorte de casi 4.000 millones de pesos. «Este hospital es uno de los más grandes de la zona sur de la Ciudad, siendo el hospital de cabecera para toda la zona sur-oeste, que tiene los índices más altos de pobreza», concluye el informe.
