Disfrazado de Toro, hablándole a los votantes de Lousteau y soñando una ciudad más humana. Así fue la campaña del candidato a jefe de Gobierno porteño de Unión por la Patria (UP), Leandro Santoro, luego de que en las PASO de agosto obtuviera poco más del 22 por ciento de los votos. Una posición expectante para alcanzar el ballotage contra Jorge Macri, aunque a priori insuficiente para darle batalla real al hasta ahora invencible Pro.
Santoro cerró este miércoles por la noche su campaña en un colmado Luna Park, que ofició de anfitrión para recibir a la militancia de UP. «El 22 de octubre vamos a festejar, después de 10 años, haber entrado al ballotage y ahí les voy a pedir un segundo esfuerzo: que me ayuden a recorrer la Ciudad las próximas cuatro semanas para ganar las elecciones», sostuvo el actual diputado nacional.
A lo largo de las últimas semanas, Unión por la Patria logró construir cierta mística en la Ciudad apoyándose en el marketing político que significó la idea de «Loustoro». Por ello, ayer en el Luna Park podían visualizarse pequeñas tarjetas con el rostro de Santoro e imágenes religiosas alusivas, tales como el «Santo Patrono de las vacantes» junto a la figura de Sarmiento. Santoro está convencido de ser una «alternativa» y, en ese marco, cree que puede conquistar varios votos que no forman parte del núcleo duro de Juntos por el Cambio.
Uno de los ejes de su campaña fue terminar con los negociados del Gobierno de la Ciudad, que aparecen principalmente en el sector inmobiliario. «Donde estos tipos encuentran una necesidad, encuentran un negocio. Por eso es tan importante reafirmar que donde hay una necesidad, hay un derecho. Este proyecto político se propone gobernar la Ciudad para resolver esa infamia y terminar definitivamente con la idea de que el Estado está siempre puesto al servicio de los intereses corporativos. Hay que terminar con esa ciudad de los negocios», aseguró el candidato de origen radical.
Leandro Santoro prometió «derogar» la venta de Costa Salguero, terminar con la venta de tierras públicas y dar de baja un Código Urbanístico «que sólo sirvió para destruir la Ciudad de Buenos Aires». Lo hizo acompañado de la arquitecta Bárbara Rossen, su compañera de fórmula, y del candidato presidencial Sergio Massa, quien elogió sus ideas. «Acompañamos la idea de una ciudad inclusiva, quiero hablarle a aquellas familias que conviven con las personas con discapacidad y que ven en el programa de Leandro arquitectura inclusiva como una forma de integración. Lo vamos a acompañar no solo con inversión en infraestructura, sino que vamos a eliminar esa restricción que es la primera barrera. Si ingresan al mercado de trabajo, las personas con discapacidad no van a perder la pensión», sostuvo Massa.
Cerca del escenario se encontraban Mariano Recalde, Matías Lammens, Malena Galmarini, Paula Penacca, Víctor Santa María, Itai Hagman y Ofelia Fernández, entre otros. La unidad del peronismo porteño se mantuvo inalterable hasta el momento, en tiempos de convulsiones internas. Este domingo 22, el principal espacio opositor se juega volver a estar en boca del conjunto de la población y disputar la Ciudad en un ballotage.
