Limpieza étnica, terrorismo hebreo y la paradoja del sionismo argentino

🇮🇱🇵🇸 Ni guerra ni religiosa. Limpieza étnica, como sucedió en Kosovo o Treblinka. Una población sitiada, empobrecida y desplazada de su lugar de origen. Una maquinaria de muerte dispuesta a todo con tal de exterminar al otro. El Likud y el terrorismo de los colonos.

De limpiezas étnicas

Ni guerra, ni enfrentamiento ni conflicto. Limpieza étnica, como sucedió en Kosovo o Treblinka. Una población sitiada, empobrecida, desplazada de su lugar de origen, humillada y segregada. Una maquinaria de muerte dispuesta a todo con tal de cumplir su objetivo: exterminar al otro.

Pasó una semana del despiadado ataque de Hamas contra la zona sur de Israel y los números ya dan cuenta de lo que se esperaba. Más de 2.200 palestinos muertos, entre ellos casi 700 niños, son las cifras que reporta UNICEF. La Franja de Gaza permanece sin luz ni agua, desabastecida y con sus fronteras bloqueadas. Israel ordenó la evacuación en 24 horas de la zona norte de Gaza y bombardeó la caravana de civiles que abandonaba el lugar. Shalom Aleijem: que la paz sea con ustedes.

El sionismo se ha transformado en una ideología supremacista. Darwinismo social (los judíos valen más que los palestinos), conquista de territorios, implantación de población extranjera y sometimiento a los habitantes originarios. Campos de concentración, racismo, clasismo y exterminio civil. «Luchamos con animales humanos», dijo el ministro de Defensa israelí. “No me importa Gaza en absoluto, pueden salir y nadar en el mar”, planteó por su parte la ministra de la Mujer. Estos son los moderados: en el gobierno de Netanyahu hay sectores aún más radicales.

Responsables

El principal responsable de esta situación es el Likud, partido de la derecha israelí. Desde 1967, cuando se rompe la alianza entre laboristas y judíos ortodoxos, el Likud ganó peso y derechizó la sociedad hebrea. Convirtió a Israel en un Estado religioso mediante la ley de Estado Nación, abandonó todo acuerdo de paz, fogoneó el crecimiento de Hamas para debilitar a la OLP, incentivó las colonias en Cisjordania y alentó la profanación de la explanada de las mezquitas (lugar sagrado para el Islam) por parte de judíos religiosos.

No hay duda: los verdaderos terroristas de esta historia son los colonos sionistas. Israelíes armados, apañados por el ejército de su país, que instalan sus casas en terrenos palestinos, realizan pogroms, queman banderas palestinas y provocan a la población local. En solo una semana, los colonos y el ejército israelí asesinaron a 54 personas en Cisjordania. La muerte con talit y kipá, en balas mesiánicas.

Mientras el responsable político de Hamas se encontraba en Qatar, Israel asesinaba en Gaza a 12 trabajadores de la ONU, 11 periodistas, al menos 4 paramédicos y más de 700 niños. Bombardeaba la Universidad y el Banco Central, rociaba a población civil con fósforo blanco y atacaba Siria, el Líbano y el paso fronterizo entre Egipto y Gaza. Ah pero Hamas.

Tanto en Malvinas como en Palestina

¿Qué pasa a nivel local? Argentina es el tercer país con más judíos del mundo por fuera de Israel y solo detrás de Estados Unidos y Francia. Ha habido judíos comunistas, peronistas y de derechas. Sin embargo, la perspectiva sionista ha logrado permear en todas las órbitas, incluso en las más progresistas, las mismas que se escandalizan ante el islamismo de Hamas al igual que llamaron durante años terrorista a Yasser Arafat, el principal líder palestino -laico, nacional y popular- quien fuera durante casi treinta años un férreo promotor de la paz y los acuerdos de Oslo.

Tanto en Malvinas como en Palestina gobierna una potencia imperial aliada de los Estados Unidos. En ambos casos, se colonizó el territorio por la fuerza, se implantó población foránea, se desconoció la historia del lugar y se impuso el dominio a base de sangre y fuego. Tanto aquí como allá, el Comité de Descolonización de la ONU se pronunció contra esta situación y de la misma forma lo hicieron la enorme mayoría de los países soberanos. Tanto allá como acá hay una colonia y un imperio.

La representación argentina de la colectividad judía ha seguido el proceso de derechización de sus pares israelíes: de la AMIA de Rubén Beraja a la DAIA de Waldo Wolff, del acompañamiento al evasor fiscal Alberto Nisman (encargado de cajonear la causa AMIA) al auspicio político de Claudio Avruj o Guillermo Yanco, esposo de Patricia Bullrich y vicepresidente del Museo del Holocausto. Una deshonra institucional a los casi 800 judíos argentinos desaparecidos durante la dictadura.

Ni Jihad, ni cruzada

Bajo ningún punto de vista esta es una guerra religiosa. Judíos y musulmanes han convivido durante siglos en distintas latitudes de la tierra en planos de cooperación y armonía. La disputa es por la tierra: los que hablan de religión solo quieren ensuciar el debate. Del lado israelí pelean drusos y árabes-israelíes. Del lado palestino mueren cristianos y laicos. No es la Biblia, es el lugar en el que se predica.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.