Juan Luis González es desde hace varios años periodista de la Revista Noticias, pero se hizo mucho más conocido a partir de la publicación de un libro que aborda la vida y la carrera política de Javier Milei. Editado por Planeta, «El Loco» (biografía no autorizada) aborda aspectos de la personalidad del referente libertario y las razones que explican su exitosa irrupción como candidato presidencial dejando fuera del juego a Juntos por el Cambio.
El periodista sostiene que Milei no está capacitado para gobernar el país por su «inestabilidad emocional y los desequilibrios místicos que tiene». En una entrevista con El Grito del Sur, González analiza las ventajas y desventajas del pacto con Macri y Bullrich, el estado de salud mental del candidato y su relación con el establishment económico que hasta ahora no le ha brindado gran apoyo.
En tu libro definís a Javier Milei como un hombre «profundamente solo» y con miedo. ¿En qué se relaciona esta esencia personal con su decisión de ir en la búsqueda de nuevos aliados como Mauricio Macri y Patricia Bullrich?
La conexión que existe es la soledad, que es política pero se cruza también con la cabeza de Milei creyéndose que Dios lo eligió después de la muerte de su perro y toda esta cosa mística y esotérica. En el plano político, esto se traduce en paranoia y en una distancia enorme con la gente que lo rodea por su desconfianza hacia ellos. Milei venía medio sin rumbo y perdido, por lo que la sociedad con Macri y Bullrich lo ancla en un momento que venía muy desorientado. Por otro lado, la gran novedad de estos días es que vemos a un Milei haciendo política en el sentido más tradicional. Él miente, eso antes no lo habíamos visto. Milei funcionaba porque era un personaje muy genuino con una honestidad brutal, todas las barbaridades que él decía las manifestaba convencido. Ahora lo vemos por primera vez diciendo cosas en las que no cree, como plantear que los zurdos pueden manejar bien un Ministerio. Este no es el verdadero Milei, es algo nuevo. Él estaba convencido de que iba a ganar en primera vuelta -porque Dios le dijo que iba a ganar-, entonces la crisis no es solo política sino también personal.
Estos últimos días se escuchó el adjetivo «farsante» para caracterizar al referente de La Libertad Avanza. ¿Creés que esta definición aplica correctamente al momento de entender las formas de construcción política que adoptó hasta acá?
Repito, para mí este es un nuevo Milei. Que Milei haya mentido ahora no significa que sea un mentiroso. En el libro hay un capítulo entero sobre los plagios y cómo robaba. En cuanto a los discursos, si él no estaba del todo convencido se terminaba convenciendo de lo que decía y hacía. Respecto a las alianzas con la casta, era algo que a él lo excedía en algún punto. Milei, convencido de su delirio mesiánico y de que Dios lo eligió, estaba inserto en otro plano y no se metía tanto en los cierres de listas. Si bien claramente no podía no saber sobre lo rancio de ese armado y la venta de candidaturas, él estaba en otra línea. Ahora es distinto, él llegó junto a su hermana a la casa de Macri para hacer el acuerdo.
Cuando Milei reacciona de forma desequilibrada, como lo hizo en la entrevista de A24, ¿cuál es tu percepción respecto a lo que está sucediendo dentro de su psiquis?
Ese sí es el verdadero Milei. Yo escribí el prólogo hace un año, diciendo qué pasa en un país inestable si aparece un líder inestable. Hoy está constantemente bajo la lupa, pero a mitad de 2021 hay una entrevista con Luis Novaresio donde dice: «tengo las pruebas empíricas de que Dios existe, me pasaron cosas que la ciencia no puede explicar». Y así en otras notas, a él cada tanto se le venían escapando cosas que no cierran. Ahora está lógicamente con mucho más stress, fue un año muy largo para él y cualquier candidato. Sé también que anda con grandes dolores por su problema en la columna, así que lo veo a punto de estallar. Hay un punto donde me da un poco de pena, es ese chico solo que el padre lo golpeaba y humillaba, en el colegio le hacían bullying y no tenía amigos ni pareja. Es bestial la vida que le tocó, hoy tiene 53 años y reacciones infantiles de un chico.
¿Qué cambió en la vida del Javier Milei que decidió meterse en política en condición de «outsider» a éste que llega a disputar un ballotage presidencial?
Hay una línea directa luego de que se murió el perro (año 2017) y empieza a hablar con éste en el más allá. Camino que después se profundiza y termina hablando con el mismísimo Dios, que es el que le dice que tiene que meterse en política. Esa es la antesala inmediata de la llegada de Milei a la política. Primero Eurnekian lo ayuda a meterse en los medios, luego en la política. La gente que lo conoce a Milei desde antes está un poco sorprendida con este Milei, él siempre fue un tipo bastante amable para el mano a mano y hoy está más irascible que nunca. Quien tiene una mínima disidencia con él, es considerado un traidor. Esa cosa mesiánica se ha agravado, se profundizaron los aspectos más irracionales de su conducta.
¿Qué ventajas y desventajas tiene para Milei haber incorporado a los halcones PRO de cara a la pelea del ballotage? ¿Va a poder seguir hablando de «casta» con la misma potencia que lo venía haciendo?
Eso lo veremos. El gran problema es que desdibuja su figura y se mete en un terreno que no conoce: mentir y hacer política es algo nuevo para él. Milei está perdiendo uno de sus grandes atractivos, que era la honestidad brutal. En este caso es muy evidente, pasó de decirle a Bullrich «asesina tirabomba» a elogiarla. Ese giro le va a pasar factura y puede haber un problema de sábana corta: por ir a buscar ese voto macrista, se vaya el más duro anti-sistema. Es decir, el voto original o histórico de Milei. Él se mete en un ring que no conoce, Macri y Bullrich se lo van a comer crudo. Imaginate esa mesa en la que llega con su hermana con estos animales de la política. En cuanto a ventaja, le da un poco de contención y le suma seniority a un espacio verde, inexperto. Y si llega al poder, le suma apoyos reales que hasta ahora no tenía. Aún así, el ballotage va a ser muy peleado. No creo que él se baje de la pelea.
En su discurso del domingo pasado, Sergio Massa se mostró junto a su esposa e hijos. ¿El hecho de que Javier Milei tenga como principal referente sentimental a su hermana y sus mascotas creés que le juega en contra en la consideración que sectores de la opinión pública tienen sobre él?
Sí, sin dudas. Creo que hay una parte del voto más conservador en Argentina que el hecho de ser un candidato soltero y sin hijos le resulta apático. Hay una luz de interrogantes ahí, en los focus group aparecía el tema de la hermana. Después apareció la relación con Fátima Florez, espero que le haga bien porque lo necesita.
¿Cuál es la relación actual entre Milei y el establishment económico? ¿Cambia algo a partir de su alianza con Macri?
Nunca fue buena la relación con el establishment. Salvo el caso Eurnekian, el resto del establishment nunca lo bancó a Milei. Muchos lo conocen y temen tanto por su inestabilidad como por sus propuestas y capacidad de gobernar. Ahora, teniendo a Macri, se va a poder acercar. Milei no tuvo apoyo empresarial, fue una campaña sin plata. El círculo rojo presiente estas cosas endebles, yo creo que confía mucho más en Sergio Massa que en Javier Milei.
Volviendo al prólogo de tu libro y para cerrar, ¿qué puede llegar a ocurrir en un país inestable si lo gobierna un líder inestable cuyo odio es genuino?
Yo creo que nada bueno. Soy un simple periodista, pero veo un tipo que hace seis años construyó una fantasía muy elaborada -de que habla con el perro en el más allá y lo mandó a clonar, de que habla con muertos como en un sexto sentido, etc.-. Es un combo peligrosísimo.
