Según Augusto Reina, los debates electorales datan del siglo XIX y uno de los primeros de la modernidad fue entre Abraham Lincoln y Stephen Douglas por una banca en el Senado estadounidense en 1858. Desde la masificación de los medios de comunicación, se convirtieron en un espectáculo que intenta interpelar a los indecisos y desinformados. Aunque la mayoría de los analistas coinciden en que es poco frecuente que tengan el peso suficiente para definir una elección, en una competencia tan pareja como las presidenciales de nuestro país es importante tener en cuenta sus implicancias.
Con el auge de las redes sociales, el debate se convirtió en un fenómeno que supera lo televisivo y amplía su llegada a partir de las plataformas digitales: a los 44 puntos de rating hay que sumarle, según Taquión, 2 millones de visualizaciones en Youtube y 39 millones de usuarios alcanzados en la conversación digital. En esta nota proponemos analizar sus repercusiones en distintos espacios del mundo digital para finalmente sacar algunas conclusiones generales.
El “cordobesismo” de Google
Según el informe de Google, las preguntas más buscadas durante el debate fueron: ¿Qué son las Leliqs? ¿Qué es casta? ¿Qué es el déficit fiscal? Y al cierre: ¿Quién ganó el debate presidencial? ¿Cuántos fueron los desaparecidos de la última dictadura militar? ¿Quién es Melconian?
Una de las sorpresas del debate fue el nivel de repercusión que tuvo el candidato con menor nivel de conocimiento, Juan Schiaretti, que se convirtió en el más buscado en Google según las estadísticas que presentó la plataforma. En segundo lugar se ubicó la representante del FIT Myriam Bregman, candidata del espacio con menor intención de voto según las encuestas. Además de la delantera en las búsquedas de Google, las intervenciones de Juan Schiaretti en el debate dejaron como saldo un sinnúmero de memes y tweets virales (como por ejemplo el tweet del célebre Jorge Pinarello de @teloreumo y del usuario @Martinp5_). La repercusión fue tal que el mismo candidato se subió a la ola haciendo un video que ya tiene más de 3 millones de reproducciones donde destaca su sentido del humor y alentando la creatividad popular.
El fenómeno de Schiaretti es interesante porque todos los memes y chistes que se hicieron con su figura y sobre Córdoba son totalmente orgánicos, una tendencia que no viene ni siquiera de una base militante o activista propia pero que lo favorece ampliamente.
El hype de la Rusa
Para algunos, Myriam Bregman puede considerarse la gran ganadora del primer debate presidencial: en el momento que terminó el debate, “Bregman” era el primer trending topic en Twitter (X) y su apelación a Javier Milei como “gatito mimoso” se viralizó en todas las redes sociales.
A pesar de que, según el Observatorio Pulsar de la UBA, el candidato con más interacción en Twitter (X) fue Milei, en términos relativos Bregman tuvo un gran resultado, ya que tiene menos seguidores que los principales candidatos y en interacciones casi igualó a Massa (con 1,6 millones contra 1,7 millones).
Además, protagonizó algunos de los tweets y videos más virales: por ejemplo, la cuenta @porquetedencia subió el recorte del gatito mimoso que también se hizo viral en la cuenta oficial de TikTok de la candidata y le permitió crecer exponencialmente en alcance y seguidores.
Por otra parte, los usuarios alineados con Unión por la Patria que reivindicaron a Bregman reavivaron una vieja discusión acerca de la utilidad del voto a la izquierda, como el tweet de la usuaria @LolaTueros que plantea: “¿Y si nos organizamos entre todxs y votamos a Myriam Bregman?”, que tuvo 2 millones de visualizaciones y generó críticas y apoyos de cuentas de múltiples orígenes partidarios. Para el FIT, que viene de hacer una elección en las PASO peor que en 2015 y 2019 y apenas superior que la de 2011, la performance de Bregman en el debate y su capacidad de haber entrado en la conversación con sus ataques frontales a Milei es pura ganancia de cara al 22 de octubre.
¿Qué pasó con los tres principales candidatos?
La extrema paridad entre las tres principales fuerzas en las PASO puso el foco en el desempeño de Milei, Massa y Bullrich, lo que hizo que desde los tres espacios impulsaran hashtags oficiales para su militancia y activismo: #MileiEnPrimeraVuelta, #PatoPresidente y #MassaPresidente.
Sin embargo, la realidad es que los tweets, flyers y tendencias prefabricadas que son claramente proselitismo partidario no resultan acciones virtuales que inclinan la balanza. Los memes y recortes caseros e incluso los posteos de usuarios menos definidos políticamente permiten más alcance y, sobre todo, no hablar solo con tu propia base electoral.
En el caso de Patricia, su desempeño fue malo e incluso ella misma lo reconoció diciendo que “estaba saliendo de una gripe fuertísima”. Se hizo tendencia la palabra “gagá” que usaron para criticarla y también fue muy viral la pregunta que Milei le hizo sobre las Leliqs y que no contestó directamente, en un TikTok que subió la cuenta de TN y llegó a tener 350 mil likes.
Javier Milei fue, según todos los estudios de redes, el candidato que generó más conversación, lo cual no sorprende si tenemos en cuenta su performance a lo largo de toda la campaña como analizamos anteriormente. La novedad que plantea el estudio de Taquión es que el candidato libertario fue el que tuvo más menciones negativas, con un 40%. El discurso negacionista del candidato sobre los 30.000 desaparecidos tuvo un efecto de importante repudio en redes y puede generar un punto de inflexión: toca una fibra muy profunda de la cultura democrática de nuestro país. Vale recordar además que el eje Derechos Humanos fue elegido por el 58% del público para que fuera incluido en el debate.
Por último, Massa no tuvo récords positivos ni negativos. Logró que “paracaidistas suecos”, “Papa” y “Zimbabue” fueran tendencia en Twitter (X) y en TikTok su pregunta a Milei sobre el Papa Francisco llegó a 265 mil likes, aunque la mayoría de los comentarios son en favor de Milei que, como ya venimos analizando, tiene una comunidad de usuarios en esa plataforma muy superior al resto.
Algunas claves a tener en cuenta para el segundo debate
Sin dudas, los candidatos con menos intención de voto y conocimiento fueron los más beneficiados por el debate y mucho tuvo que ver con este resultado la repercusión en las redes sobre el mismo. Este resultado positivo no fue resultado de un activismo digital organizado, sino de la reacción orgánica de los usuarios de las redes pero fue aprovechada y potenciada por sus redes oficiales. Schiaretti y Bregman son los que más tienen para ganar y menos para perder. Con eso no alcanza, pero consiguieron un primer cometido: lograron generar conversación con sus intervenciones en el debate.
En el caso de los principales candidatos, Bullrich fue la más perjudicada y la constante traducción a meme negativo y la burla de sus intervenciones parece estar perjudicando su imagen, por lo menos en el mundo digital. En el caso de Milei, sigue dominando la conversación virtual pero la reacción negativa ante su discurso sobre los desaparecidos que replicó textualmente frases de los genocidas abre la incógnita sobre el costo que pueda pagar por su negacionismo. Por último, Massa pudo sortear muy bien en las redes y a lo largo del debate el costo por el escándalo de Insaurralde pero no logró, como algunos pensaban, ser el protagonista central del evento.
Este domingo viviremos la segunda edición del debate presidencial, veremos qué nos depara pero de lo que estamos seguros es que la conversación digital va tener una fuerte implicancia en las repercusiones del mismo. Las intervenciones de los usuarios y las usuarias de redes construyendo sentido, generando memes y recortes tienen efectos reales en definir ganadores y perdedores.
