Tragedia en Constitución: un repartidor haitiano murió atropellado

🚲 Al igual que en 2020 y mientras se desarrolla el debate por la Ley Ómnibus -que busca desregular aún más la actividad-, murió un trabajador haitiano tras ser atropellado en la Avenida San Juan y Virrey Cevallos. La víctima fatal tenía 28 años y vivía en Argentina desde 2015.

El trágico hecho ocurrió el domingo pasado en la madrugada entre la Avenida San Juan y Virrey Cevallos. La víctima se llamaba Fabrice y nació en la Ciudad Les Cayes (Haití). Migrante en Argentina desde el año 2015, vivía en Temperley pero trabajaba como repartidor de Rappi y Pedidos Ya en el centro porteño por la mayor cantidad de pedidos.

Su primo John, quien lo acompañaba siempre, afirmó a este medio que “se podían observar varias botellas de whisky en el coche del chofer y estaba claramente ebrio”. La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 15, a cargo del doctor Santiago Marquevich -quien se presentó ante la Secretaría Única a cargo del doctor Ariel Laplana- labró actuaciones por homicidio en contra de este chofer que transitaba en una Renault Kangoo. 

La familia de la víctima haitiana de 28 años, quien falleció en el hospital Argerich debido a las graves heridas sufridas, se enteró del hecho desde Haití, mientras que otros familiares están viendo cómo se puede realizar el funeral y llevar adelante el caso judicial y civilmente.

El aumento de la precariedad de los repartidores con el gobierno de Milei

No es la primera vez que las y los haitianos se encuentran en situaciones de grave precariedad laboral debido a su condición de migrantes y sobre todo por la afectación de la crisis económica que recrudeció a partir de 2018 con el endeudamiento de Argentina ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En 2020, en plena cuarentena, Emma Riosendaulv Joncka, joven estudiante haitiano -con solo 23 años y también repartidor de Pedidos Ya- fue atropellado por el colectivo de la línea 113 en la calle Francia y Cerrito (Ciudad de Rosario). Tiempo más tarde falleció. El caso de Emma provocó mucho enojo en la comunidad de trabajadores y repartidores, al punto que generó una ola de movilización para que estas empresas les garantizaran condiciones de seguridad en vez de explotarlos bajo la excusa de “monotributistas” o trabajadores “autónomos”.

Recientemente el presidente Javier Milei dijo que «el empleo privado está estancado en 6 millones de puestos de trabajo desde hace más de una década, un tercio de los trabajadores formales son pobres». Sin embargo, con el nuevo proyecto de “Ley Ómnibus”, no cabe duda que pondrá en riesgo la vida de estos trabajadores precarizados además de sus condiciones económicas. 

En su proyecto de ley mal llamado “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” se modifican las Leyes Nros. 14.250,14.546, 20.744 (t.o. 1976), 23.551, 24.013, 25.345, 25.877, 26.727, 26.844 y 27.555 y se deroga la Ley N° 25.323, la cual duplica las indemnizaciones en caso de una relación laboral no registrada o efectuada de manera deficiente. Se elimina la posibilidad de que empleados de contratistas puedan ser considerados empleados no registrados de igual forma que todas las leyes fueron promulgadas en el espíritu del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que dispone: «el trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurará al trabajador…».

En otras palabras, las y los trabajadores en general deben gozar de protección legal. Además, en su capítulo I y IV, criminaliza a las organizaciones sindicales, que en 2020 llevaron a cabo las manifestaciones de solidaridad por el derecho de los repartidores con la restricción del derecho constitucional “a la huelga”. Con el pretendido “protocolo antipiquetes”, cualquier migrante -mayormente repartidores- que participe en una movilización será pasible de detención, proceso judicial y cárcel, incluso de deportación ilegal. Sin hablar de la posibilidad de ser asesinado en algún conflicto con agentes de la fuerza de seguridad.

Las políticas públicas del actual gobierno son totalmente diferentes a sus discursos electorales en favor de los trabajadores. Los principales ganadores son las empresas multinacionales, mientras que los perdedores son las y los migrantes trabajadores precarizados. ¿Qué recompensa tendrá la familia de Fabrice en medio de la tristeza y el desconsuelo?

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