El mercado no es un lugar para vivir

🏠 El Gobierno se sube al relato de la baja de los precios de los alquileres, luego de poner en vigencia el DNU que deroga la Ley. La Federación de Inquilinos Nacional contesta con una encuesta para darle voz a los hogares afectados. ¿Qué dicen los datos? A contramano del discurso libertario, el mercado no parece ser un lugar para vivir.

El DNU 70/23. En el tren de la ofensiva libertaria, el Gobierno lanzó el DNU y entre los aspectos que buscó desarticular se encontraba la Ley de Alquileres. Uno de los fetiches de la campaña electoral de todo el arco político de la derecha. 

El lobby mediático inmobiliario. Apenas entró en vigencia el DNU, el lobby mediático inmobiliario puso en marcha el relato del aumento de la oferta y la baja de precios de los alquileres. Un mensaje tan fuerte que hasta logra hacer entrismo en sectores progresistas, que en el fondo nunca les quedó cómoda una ley que regulaba un sector demasiado sensible para la política. 

Desde Miami. Sturzenegger -desde Miami- puso el acento en la derogación de la Ley de Alquileres, reconoció que redactaron desde el Poder Ejecutivo cambios en el Código Civil y Comercial de la Nación, que gracias a ello aumentó la oferta de propiedades, que los precios bajaron un 20%, y que todo esto es un gran “shock de libertad” que está permitiendo un beneficioso acuerdo entre partes.

Milei no faltó a la cita. En una entrevista con Radio Rivadavia, el presidente Javier Milei hizo referencia a este tema. Señaló que “el éxito más rotundo del DNU lo muestra la derogación de la Ley de Alquileres”. “La oferta se duplicó y el precio de los alquileres se está desplomando”, afirmó. 

Los datos invisibles. Los gobernantes de turno no usan cifras del Estado para hablar del tema, básicamente porque el Estado no tiene datos sobre la realidad del mercado de alquileres en Argentina. Se instala un relato político con datos del lobby inmobiliario, o incluso con la mano invisible del mercado. 

La voz de las y los Inquilinos. Para desarmar este relato libertario, la Federación de Inquilinos Nacional lanzó junto al colectivo Ni Una Menos una encuesta digital en todo el país. Según los datos relevados, el 87% de los hogares tiene actualización de precios cada menos de 6 meses por inflación, y el 25% cada 3 meses. El 51% de los contratos firmados tiene menos de un año de duración. El 25% menos de 6 meses. El 53% de los hogares están endeudados. El 92,9% de los encuestados considera que el 2024 va a ser peor. Y entre los inquilinos predomina la angustia (78%), la ansiedad (el 75%) y el sentimiento de desesperanza (68%). 

Un shock de libertad. A este panorama se suma que ahora las y los inquilinos deben pagar expensas extraordinarias y arreglos. Cada vez más propiedades se ofertan en dólares. Y como si fuera poco, los propietarios pueden rescindir los contratos haciendo que valga muy poco el famoso “acuerdo entre partes”, vulnerando totalmente la escasa estabilidad habitacional. 

El mercado no es un lugar para vivir. En un país que está inmerso en una gran crisis del acceso a la vivienda, la derogación de la Ley de Alquileres tiene graves consecuencias sociales. A comienzos de este mes, el referente de Inquilinos Agrupados, Gervasio Muñoz, publicaba ante esta situación un artículo titulado “No tendrás nada pero soñarás con ser feliz”, como expresión de estos tiempos. A pesar del relato mediático y libertario, algo va quedando claro en Argentina: el mercado no es un lugar para vivir. 

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