«Si más mujeres se afiliaran a sus sindicatos, el campo laboral cambiaría para mejor»

🛠️ Secretaria de Género de la CGT y pionera en pensar el rol de las mujeres en el ámbito laboral, Noé Ruíz charló con El Grito del Sur sobre el retroceso en materia de derechos que implica la Ley Ómnibus, el balance del paro y el futuro del sindicalismo.

Noé Ruíz no aplica al estereotipo que nos viene a la cabeza cuando pensamos en un “líder sindical”. Licenciada en Comunicación y Medios Institucionales y Master en Economía, poco sabe Ruíz de estereotipos. Con una simple búsqueda en Google podemos rastrear su desempeño como defensora de los derechos de las mujeres, desde su origen como modelo y madre soltera a los 16 años, hasta su defensa del cupo femenino.

Su carrera comenzó cuando intentó desarrollar una obra social que la ampare, a fines de los 80’, aún residiendo en España y modelando en alta costura. Allí conoció otras líderes sindicales a las que, en 1989, decidió unirse siendo delegada por la “Producciones Piñeiro Haute Couture”. Ya en Argentina, en 1991 trabajó en la elaboración de la Ley de Cupo Femenino Político y en 1996 fue la primera mujer que habló en la Cámara de Senadores. En 2009 militó por el reconocimiento de los derechos del niño y un año después trabajó en el proyecto de ley de licencia de paternidad. 

“Llegué al sindicalismo porque desde los 16 años, cuando comencé a trabajar y a viajar, me di cuenta que estaba en una profesión con mucha violencia, mucha discriminación y mucho acoso para la mujer. En ese momento, las compañeras solo tenían una oficina en el edificio de la CGT pero no las dejaban crecer. Cuando comencé a ocupar un puesto todos hablaban de ‘la modelo que había conseguido una Secretaría de Género’; pero no era una modelo, eran miles de mujeres con empuje natural. Aprendí de ellas cosas maravillosas”, explica.

Además de ser parte del Comité Sindical de las Américas y Miembro Titular del Comité Mundial de Mujeres, actualmente Ruíz es la responsable de la Secretaría de Género de la CGT, conseguida en pleno macrismo, y titular de la Unión de Trabajadores de Moda e Imagen Publicitaria de Argentina. Desde esa posición se enfrenta a las medidas retrógradas de Javier Milei, que la interpelan como representante de los trabajadores y mujer. 

“Yo creo que las mujeres tienen una forma de conectarse con el otro muy distinta a los hombres y eso las hace más luchadoras sobre lo que se proponen. El mundo sindical luchó mucho para que las mujeres entiendan que tienen un valor por sí mismas en el mundo del trabajo. Si más mujeres se afiliaran a sus sindicatos, el campo laboral cambiaría para mejor. Así se construyen sociedades más sanas y económicamente sostenibles”, asegura.  

La líder sindical atiende el teléfono de este medio en una tarde calurosa de fines de enero para charlar sobre su trayectoria y enumerar las razones por las cuales es necesario volcarse a las calles frente al retroceso en los derechos.

¿Cómo leés el retroceso de derechos que implica la asunción de Javier Milei? 

Fue una decisión que tomó el pueblo porque pensó que era una opción de cambio y hoy se encuentra con que no hubo un cambio sino un recorte de derechos. Realmente la gente está confusa y el país está viviendo un proceso de inflación muy grande. La inflación puede contenerse, no es real que “no hay plata”. En este país hay plata y gente que quiere trabajar, pero con derechos y no con sometimiento. Actualmente la crisis la están pagando los más pobres con despidos. Tenemos que pensar en torno a la transformación de un país que quiere crecimiento para todos y justicia social. 

¿Las políticas regresivas impactan más sobre las mujeres?

Es gravísima la situación a la que nos pretenden llevar respecto a las mujeres. Cuando hay un gabinete solo con dos o tres mujeres, eso refleja que estamos yendo a contrapelo de la historia. En nuestro país hay derechos reconocidos internacionalmente tanto en términos laborales como de género. Las mujeres han aportado al PBI y a la economía mientras se enfrentan a la brecha de los salarios y a la diferencia de posición a la hora de definir las políticas públicas. Hoy están intentando desde lo religioso y lo político retrotraerse a un mundo muy estrecho de posibilidades para las mujeres al que muchas no quieren pertenecer. 

En una entrevista reciente con la AM 750 dijiste que “no podemos deshumanizar la política”. ¿A qué te referís?

Deshumanizar la política significa no tener principios ni valores, decir que es lo mismo blanco que negro. Hay cosas que democráticamente y éticamente no se pueden avalar como parte de un proceso político. Necesitamos transparencia, rendición de cuentas, honestidad. Cuando hablamos de libertad de mercado hay que ser cuidadosos, una cosa es libertad de mercado y otra es entregar las riquezas y recursos naturales del pueblo. Deshumanizar es que haya una economía para pocos, negar el cambio climático, etc.

¿Cómo viste el paro general del miércoles 24? Hubo quienes lo tildaron de adelantado y quienes dijeron que fue insuficiente. 

El paro fue un triste éxito de la realidad argentina. Es triste porque el pueblo no votó para esto. El pueblo votó creyendo que había una posibilidad de mejorar, una esperanza. El paro es el reflejo de un pueblo desilusionado que está viendo una pérdida de los derechos que bien supo conquistar. Ningún paro es un éxito porque es una medida extrema, pero no podemos obviar que hubo un millón y medio de personas en las calles y que en todas las embajadas del mundo se movilizaron personas exigiendo que no se instaure la ley Ómnibus y el DNU de Milei.  

¿Creés que actualmente el sindicalismo representa al feminismo? 

El feminismo y el sindicalismo están totalmente relacionados. Las grandes revolucionarias de los últimos años han sido las mujeres, han sido científicas, políticas y grandes artistas. En el sindicalismo también han demostrado que van al frente luchando contra quienes quieren valorar la idea de que el hombre es el único capaz y proveedor. El sindicalismo siempre acompañó al pueblo trabajador y al que más le costaba, es un eje organizador dentro del sistema. Con este gobierno vemos cómo las prácticas machistas hoy se reproducen en la política.

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El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.