El primer paro feminista a Milei: basta de hambre, hambre de basta

💪🏻 En un nuevo 8M, se realizó el primer paro feminista a Javier Milei. Entre los colectivos que se reunieron no faltaron los cuerpos gordos, mostris, discas y con capacidad de gestar. Crónica de una jornada histórica.

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“Las feministas no tenemos odio, tenemos bronca»

María Elena Walsh

 

Una mujer con el pelo corto, rojizo y atado en una colita espera en la esquina de Solis e Hipólito Yrigoyen. Charla con otras, se ríe fuerte, mostrando los dientes. Lleva puesta una remera negra con un logo al frente y una frase en la espalda. En la parte de atrás puede leerse en letras celestes “Gorda será nuestra revolución”, y ella lo lleva orgullosa.

Es viernes 8 de marzo del 2024 y desde el mediodía cientos de cuerpos ardientes se congregan en la Plaza de los Dos Congresos para comenzar el primer paro feminista al gobierno de Javier Milei, un régimen donde hambre, crueldad y machismo van de la mano.

En la columna gorda, todo es desborde y brillo. Pasadas las cuatro y media de la tarde comienzan a agruparse. Se las ve felices, rebosantes del encuentro, pero al mismo tiempo conscientes de que será una jornada de lucha en un contexto adverso. Como muches más, llevan glitter los párpados y pómulos. En sus pechos pueden leerse las siglas “CGA”, que -entre la reivindicación propia y el guiño a las principales centrales obreras de nuestro país- significa Colectivo de Gordas Activistas. 

Laura Contrera. Fotos: Catalina Distefano

El movimiento gordo es joven en nuestro territorio, explicará Laura Contrera unos minutos después a este medio. Una grupa que se formó en 2011 y creció al calor de los talleres de activismo gordo de los Encuentros Plurinacionales. “Somos parte de los movimientos de derechos humanos y por eso en este contexto es aún más fundamental reivindicar que nuestras demandas históricas siguen siendo importantes, pero que además no nos pensamos fuera de la lucha del pueblo laburante”, cuenta la abogada e investigadora.

“El ascenso de Milei es un retroceso total para nuestras reivindicaciones. Nosotres hablamos de despatologización, de anti discriminación, de anti estigma, de derecho a la salud, derecho a la vida. Los discursos de odio y el hambre del pueblo nos afectan. Además, seguimos luchando ahora más que nunca por la ley de talles, porque no nos olvidemos que poder vestirnos es un derecho para las personas de todos los tamaños”, agrega Contrera.

Las consignas de la columna gorda se elaboraron en las asambleas virtuales del colectivo. Como todos los demás sectores, les gordes traen consigo una serie de manifestaciones históricas y algunos puntos recientes, agregados por el retroceso en materia de derechos que significó el ascenso al poder de La Libertad Avanza. 

Entre los más conocidos está la despatologización de los cuerpos gordos, que la gordura no se catalogue como una enfermedad, el respeto por la diversidad corporal en todos los ámbitos -que incluye infancias y adolescencias libres de bullying- y la defensa de la ESI. “Este 8M es para mi uno de los más importantes en la historia de los feminismos porque hay un consenso implícito de que volver a las calles es urgente y necesario. Desde la diversidad corporal hay muchas cosas que se lograron estos años que podemos perder rápidamente si no nos aferramos al reclamo masivo. Es necesario estar en las calles”, explica La Pichi, actriz y bailarina gorda.

Entre las nuevas luchas se destaca el repudio al cierre del INADI, un organismo clave para terminar con la discriminación contra todos los cuerpos fuertemente denostado por el actual Gobierno. “El INADI nos ha dado una voz, nos ha acompañado mucho. Es uno de los organismos del Estado que más piensa en la comunidad gorda y la pérdida de eso nos deja sin lugar a donde ir. Es perder toda la autonomía que logramos en esos años, perder legitimidad. Es empezar a desaparecer de a poco”, continúa Pichi.

Pichi. Fotos: Catalina Distefano

La columna mostri marcha junta por primera vez. Se trata de más de una decena de organizaciones que se autodenominan de esta forma porque “no entran en ‘las cajitas de la gente de bien’ ”. Les integrantes de Fútbol Militante, la organización antipunitivista Yo no Fui, el Frente Docente Disidente y Cromoactivismo son algunos de los colectivos que se nuclean bajo esta bandera. Les Serigrafistas Queer estampan pañuelos en plena Avenida Rivadavia con la frase “Basta de hambre. Hambre de basta”. Un día después del Día de la Visibilidad Lésbica, las tijeras gigantes de papel maché no faltan.

“Estamos en un contexto difícil con un gobierno neoliberal que se ensaña con toda la sociedad pero especialmente con las disidencias. Nosotres venimos del conurbano, donde pasan otras cosas, como por ejemplo la desaparición de Tehuel de la Torre en Alejandro Korn de la cual el Estado es responsable. Queremos visibilizar nuestras identidades y por eso estamos acá”, cuentan Noe y Celi de la Asamblea Desviada de Zona Sur.

Noe y Celi. Fotos: Catalina Distefano

Entre las principales reivindicaciones de la columna está la lucha contra el hambre, la crueldad, el extractivismo colonial, el racismo, la gordofobia, el capacitismo, la trans-lesbo-homofobia, el cuerdismo, el disciplinamiento represivo y moralista. “Hagamos de nuestras fragilidades potencia común”, invitan a quienes históricamente fueron marginades del sistema. “Basta de disciplinamiento, basta de FMI, basta de desfinanciar la cultura, basta de Adorni”, puede leerse en el flyer con el cual convocaron desde las redes sociales.

Dentro de las veinte organizaciones que habitan esta columna está la de Orgullo Disca, que ya se venía organizando previamente en asambleas propias. “Decidimos marchar con la columna de mostri porque hace varios años que venimos participando de las asambleas previas al 8M y nos encontrábamos con mucho capacitismo internalizado, incluso dentro de los mismos feminismos. Este año fuimos más compas discas, porque también estamos en un proceso de organización interna. Haber sido escuchades nos permitió cuestionar lo que sucedía. Incluso cuando algunes dijeron que nuestra concentración iba a hacer un ‘tapón’, la gente de la columna mostri recibió con muchos augurios nuestro protocolo anticapacitista y quisieron construir con nosotres”, explica Laura Alcaide, integrante de Orgullo Disca y activista por los derechos de las personas con discapacidad.

Fotos: Catalina Distefano

“Los despidos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) son super preocupantes. Entre ellos hubo personas con muchísimos años de antigüedad a las que ni siquiera esperaron a que se les termine el contrato para rescindirlos. Había embarazadas, personas con discapacidad, personas que se iban a jubilar, con licencias. Es todo muy persecutorio”, agrega. Según los datos de 2023, el 87% de las personas con discapacidad certificada está desempleada y los despidos en ANDIS alcanzan a 170 personas. “Nos preocupa que les empleades del Estado están siendo criminalizades y se están cerrando muchos de los programas que abordaban la discapacidad en diferentes áreas”, suma.   

Nuestras principales reivindicaciones en este 8M giran en torno a visibilizar la feminización de la discapacidad, tanto siendo prestadoras, como familiares a cargo o en la educación y la salud. Al pensar estas luchas transversalmente entendemos que el hecho de ser mujer o disidencia con discapacidad amplía la vulneración de derechos. Es decir, si una mujer con discapacidad sufre violencia de género es menos probable que sea escuchada. A su vez, si el agresor tiene alguna discapacidad se lo tiende a infantilizar y quitarle la responsabilidad. Lo mismo pasa con las personas gestantes con discapacidad que quieren acceder a un aborto y encuentran que los consentimientos informados no son accesibles”, subraya Laura en forma enfática.

Laura y Martina. Fotos: Catalina Distefano

Los pañuelos no se guardan, podría ser la frase que describe la cantidad de pañuelos de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que hubo en la marcha. Como manchitas verdes, los trozos de tela aparecieron atados en cuellos, muñecas, bolsos y mochilas.

Luego de la victoria del año 2020, cuando los feminismos lograron conquistar la ley de IVE en lo que fue una clase de educación cívica a cielo abierto, el panorama vuelve a ser sombrío. En una de sus recientes apariciones, Javier Milei habló del aborto como asesinato agravado por el vínculo. En Davos directamente nombró a las feministas como enemigas del progreso. 

A esto se suma al desfinanciamiento de la salud pública y el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, además de la ya conocida posición del Presidente contra toda política de género. La ley Micaela y la ley de los 1000 días fueron sujetas a modificaciones en el texto de la ley Ómnibus, que si bien retrocedió su tratamiento en el Congreso dejó sentado un precedente. 

“La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito llega a este 8 de marzo inédito con más organización que nunca en todas las provincias. Las regionales no solo han fortalecido su funcionamiento interno sino que han articulado con otros sectores que tienen áreas de género, ya sean sindicatos, organizaciones de base, universidades, etc.”, cuenta Dolores Fenoy, integrante de La Campaña. 

“La decisión es continuar monitoreando la aplicación de la ley y hacer cabildeo con diputadas. Tuvimos que retomar la práctica de hablar con las representantes del pueblo con la misma actitud que luchamos para que el proyecto sea ley. Lo principal es la transversalidad: hablar con diputados y senadores de todos los bloques, incluso del partido oficialista. Sabemos de una diputada de La Libertad Avanza que podría ser favorable en caso de que se proponga algún proyecto que ponga en riesgo la ley de IVE que tanto nos costó conseguir”.

Fotos: Catalina Distefano

“Ya tenemos el antecedente del proyecto fallido para derogar el aborto que intentaron mandar al Congreso. Eso sienta un precedente, aunque ni bien se supo todo el movimiento feminista salió a resistir. No hay que guardar los pañuelos. Ya murieron muchas personas con capacidad de gestar cuando no había ley y tener una ley tampoco significa que todo esté asegurado”, explica Judith Cirota, parte de la Campaña Regional CABA.

Las integrantes de la Campaña están alertas, saben lo que es luchar contracorriente y entienden que la batalla cultural ya está ganada en gran parte de la sociedad. Sin embargo, no pueden bajar los brazos ante el clima adverso. “Estamos muy atentas no sólo por el tema del aborto sino por reivindicar los derechos sexuales y reproductivos. Exigimos que den de baja el DNU que está impactando en toda la ciudadanía y especialmente en las mujeres a quienes le quitan la mayor parte de las políticas específicas”, amplía Dolores. “Por supuesto estamos en alerta y sabemos que tenemos que defender la ley porque este gobierno está abiertamente en contra del aborto”, continúa. 

“Dentro de la campaña está la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir que se encargan de garantizar que se hagan los abortos en los hospitales. Sin embargo, ahí también llegan los antiderechos. Tenemos que seguir alertas para que la IVE se cumpla. Nosotras como organización vamos a seguir peleando porque toda persona con capacidad de gestar pueda seguir accediendo al aborto”, señala Judith.

Judith. Fotos: Catalina Distefano

Respecto al acceso al misoprostol y la mifepristona, drogas que se utilizan para realizar los abortos medicamentosos, Dolores afirma que aún no hay faltantes porque la gestión anterior, previendo lo que podía pasar, dejó la cantidad necesaria para suplir algunos meses. Sin embargo, ya hay funcionarios provinciales que intentan poner freno al acceso a estos fármacos. “Estamos atentas para que esa medicación llegue a destino. Cuando hay mermas no es porque falte sino porque los gobiernos de turno no quieren facilitarla”, afirma la militante que recuerda que las redes de socorristas siguen garantizando, como en el momento previo a la ley, los abortos seguros. “La presidencia está ocupada por un sujeto cruel y espantoso que defiende la libertad de los monopolios, oligopolios y grandes empresas. La libertad que tanto predica es para ellos, no para la ciudadanía. Ya es de público conocimiento el odio que le tiene a los feminismos. Son muchos frentes, pero no tenemos miedo”. 

Pasadas las 18 horas mientras el sol bajaba y el calor se convertía en lluvia de verano, se leyó sobre el escenario un documento titulado “Acá estamos: Fuimos marea, seremos tsunami” en voz de la periodista Liliana Daunes. En el mismo se pidió basta de hambre y la derogación del DNU, se repudiaron los despidos masivos y se denunció la violencia machista, entre otros puntos. “Paramos contra la ultraderecha, el ajuste y el FMI, como venimos haciendo en las calles, en las asambleas barriales organizadas desde el 20 de diciembre, en cada punto del país. Nuestra organización fue fundamental para derribar la Ley Ómnibus, que fue derrotada en las calles”, se posicionaron nuevamente mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries e intersex, con la fuerza heredada de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. “Ni un paso atrás”, plantearon los feminismos que, como supo decir María Elena Walsh, no tienen odio, tienen bronca. 

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Dalia Cybel

Historiadora del arte y periodista feminista. Fanática de los libros y la siesta. En Instagram es @orquidiarios