El oficialismo porteño que encabeza Jorge Macri cedió un predio con fines comerciales para allegados a la familia Caputo. Se trata de 5.000 metros cuadrados ubicados en el barrio de Palermo, cerca del circuito de ciclismo KDT, que fueron entregados en concesión por 25 años a la empresa Mechp SRL para poner en marcha un negocio de actividades deportivas. La licitación se realizó en silencio y en pleno período electoral, recibiendo en enero pasado el respaldo del directorio de Autopistas Urbanas SA (AUSA), concesionario que administra dicho terreno.
Mechp SRL es una firma argentina ligada a la familia de Nicolás Caputo y que posee una sociedad con la española Integra Parking Solutions. Está compuesta por cuatro jóvenes socios, amigos de los hijos de «Nicky»: Diego Porto, Miguel Martínez de Hoz, Nicolás y Tomás Hermida. Conformada en el año 2012 dentro del rubro «Explotación de instalaciones deportivas», durante mucho tiempo se dedicó a organizar torneos de fútbol y luego sumó otros negocios, por ejemplo la administración de «servicios de playas de estacionamiento y garages». Mechp se presentó como único oferente -en compañía de Mundo Fútbol S.A.- y a cambio del espacio deberá pagar un escueto canon mensual de $3.763.494.
En la actualidad, la empresa ligada a los Caputo maneja todos los parquímetros de las calles porteñas y controla además estacionamientos. Desde el bloque legislativo de Unión por la Patria ya habían denunciado el año pasado que Mechp SRL pagaba apenas 2,2 millones de pesos mensuales por la explotación de un estacionamiento subterráneo en el barrio de Palermo. Un predio gigantesco de 8594 metros cuadrados y espacio para 326 automóviles. Además del parking ubicado sobre la calle Charcas, Mechp explota otro estacionamiento en Pasco al 1300 y allí abonaba hasta el año pasado poco más de medio millón de pesos mensuales, otra cifra irrisoria.
El lucrativo negocio conseguido por Mechp hasta el año 2049 llegó a través de un conocido de Mauricio Macri, el «amigo del alma» de Nicky Caputo. El titular de AUSA se llama Carlos María Frugoni y fue compañero de ambos en el Colegio Cardenal Newman, con lo cual no sorprende esta adjudicación. El negocio es redondo: un canon ínfimo por explotar un futuro polideportivo con canchas de fútbol 5 y paddle. Ni más ni menos que en una de las zonas más caras de la Ciudad, a metros de Le Parc, del MALBA y del lujoso emprendimiento de Marcelo Mindlin (Pampa Energía).
Esta cesión generó ruido incluso en sectores del oficialismo porteño. El legislador Facundo Del Gaiso (Coalición Cívica) presentó un pedido de informe y exigió la conformación -de acuerdo con la ley 3060- de una Comisión de Seguimiento de Concesiones de AUSA. «Las concesiones en CABA a lo largo de 30 años siempre estuvieron sospechadas por los valores de los canon. Hay que discutir profundamente el tema, qué empresas tienen vínculos con la política o financian campañas y establecer una actualización de todos los cánones por inflación», señaló Del Gaiso a través de la red social X. En el pedido de informe, también enviado por Juan Calandri -auditor general de CABA-, se plantea: «Indique cuál es el canon fijado y el índice de actualización» / «Informe si AUSA realizó un cálculo estimado de la renta mensual o anual que obtendrán los subconcesionarios por la explotación de los terrenos. En caso afirmativo indicar la renta estimada y fórmula empleada para el cálculo».
De esta forma, la familia Caputo continúa fortaleciendo sus negocios en la metrópolis porteña. A finales del año pasado, el GCBA entregó la concesión de un espacio público en el viejo estacionamiento del Hipódromo de Palermo, sobre las avenidas Dorrego y Libertador, para desarrollar el Paseo Gigena. El proyecto, a cargo de Luis Caputo y Santiago Bausili, incluye cinco pisos, oficinas y locales, 250 cocheras, restaurantes, espacios públicos y privados en una azotea y vista al Rosedal, el Hipódromo de Palermo y el Campo de Polo. Allí le pagan al gobierno porteño un canon en pesos, pero tienen la posibilidad de cobrar los alquileres en dólares.
