El ARA San Luis, la historia del submarino que combatió en soledad contra el imperio británico

🇦🇷 Un submarino con problemas técnicos enfrentando a la tercera flota más poderosa del planeta. Una historia de valentía y patriotismo y una mirada sobre la situación actual del conflicto.

Un único submarino, con problemas técnicos y operativos, combatiendo en soledad a la tercer flota más grande del mundo, especializada en combate naval guerra anti-submarinos. Un comandante arrojado, una tripulación brava y la historia del ARA San Luis, el navío patrio que luchó solo contra el imperio.

«El submarino ARA San Luis durante la Guerra de Malvinas» es la obra más reciente de Pablo Melara que cuenta con un tono cercano y accesible, la manera en que el submarino argentino consiguió salir indemne de la zona de guerra pese a haber sido atacado durante horas. Según el propio autor del libro «Solo contra el imperio», publicado por la Editorial El Cazador, el San Luis representó un peligro constante para el enemigo. «De no haber mediado problemas técnicos insalvables en alta mar, la cantidad de buques ingleses hundidos al final de la contienda podría haber sido significativamente mayor», explica Melara.

En ocasión de un nuevo aniversario de la guerra, desde El Grito del Sur nos comunicamos con el autor para hablar de esta gesta poco conocida de nuestra reciente historia bélica. «El libro hace un acercamiento a la experiencia bélica de los submarinistas del San Luis durante la Guerra de Malvinas. Desde el 11 de abril que zarpa del puerto de Mar del Plata, hasta el 19 de mayo que vuelve a Puerto Belgrano», explica el autor.

El título se centra en la actuación del submarino a partir del hundimiento del Crucero General Belgrano. «A partir de allí, el San Luis pasa a ser la única nave de guerra que va a salir a atacar abiertamente a la flota británica», cuenta Melara.

El libro propone un acercamiento a una faceta de la guerra muy poco difundida: la guerra en el mar y el conflicto en su fase submarina. «Yo parto de una idea: cuando un plan estratégico está equivocado, las tácticas están condenadas a fracasar. Y el caso de los submarinos argentinos no fue la excepción».

El autor señala que una vez recuperadas las Islas, los submarinos Santa Fe, Salta y San Luis recibieron la orden de zarpar. «Es bueno recordar que Galtieri no imaginaba que iba a haber una guerra. Este dato va a ser determinante para los días subsiguientes. Las condiciones de las unidades submarinas distaban de ser las mejores. El Santa Fe era un submarino de la Segunda Guerra Mundial, así como el Santiago del Estero. El Salta y el San Luis eran modernos pero tuvieron muchos problemas operativos en su preparación para la guerra».

Ante la recuperación argentina de las Islas, el imperio británico moviliza una inmensa flota aeronaval, compuesta por más de 50 navíos de guerra y 70 de apoyo. «Entre ellos hay seis submarinos que se dirigen al Atlántico Sur, cinco de ellos atómicos», resalta el autor. «Cuando la diplomacia le da lugar al poderío militar, el 1° de Mayo comienzan los combates. El submarino San Luis va a amenazar la flota inglesa realizando ataques en tres oportunidades y siendo atacado ferozmente por helicópteros, barcos y submarinos enemigos», agrega Melara.

El San Luis, solo contra el imperio, produjo una gran preocupación en la Royal Navy británica, causando la utilización de volúmenes importantes de armar anti-submarinas. «La flota inglesa era la tercer flota más grande del mundo y su especialización era la guerra anti-submarina. Yo destaco sobre todo la decisión del San Luis y de su comandante de atacar y vencer a los ingleses, así como su tripulación que, más allá de los problemas técnicos, intentan cumplir el objetivo con el que son enviados a Malvinas».

A 42 años, el conflicto sigue abierto y pese al impulso internacional de nuestro país y a las resoluciones de la ONU, el imperio inglés no pretende discutir la materia. Asimismo, la influencia de Argentina en el Atlántico Sur ha sufrido mermas sensibles. «Desde la tragedia del ARA San Juan, Argentina no cuenta con una flota de submarinos operativos. En cuanto al San Luis, desde la década del 90 se encuentra en TANDANOR, con la opción de ser vendido, desguazado o ir a un museo. El San Luis es una metáfora de la incertidumbre que vive nuestro país», concluye.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.