“Cuando una travesti entra al Estado, cambia la vida de esa travesti. Cuando muchas travestis entran al Estado, cambia la vida de toda la sociedad”. Lohana Berkins
Con la frase de Lohana como bandera y después de años de militancia, en junio de 2021 los feminismos lograron conquistar la ley de Cupo Laboral Travesti Trans y No Binario en el Estado. Esta norma, que es punta de lanza en la región, regula que el 1% de la planta estatal debe estar cubierta por personas con dicha identidad de género, hayan o no efectuado la rectificación registral de sexo y el cambio de nombre de pila e imagen.
Este gran avance tuvo su retroceso en las últimas semanas, cuando se vio eclipsado por las políticas de hambre de Javier Milei. Lo sucedido no es novedad, pero igualmente espanta: tal como la mayoría de los trabajadores estatales, la comunidad Travesti, Trans y No Binaria (TTNB) está siendo víctima de los despidos y el desguace de sus puestos laborales.
De la información reconstruida en los últimos días por el Observatorio Zaguán TranSindical y el Observatorio Sindical de Géneros y Relaciones Laborales de la Secretaría de Género y Diversidad de ATE Nacional, los despidos alcanzan a más de 100 personas. Esto refleja un porcentaje que equivale a más del 10% del cupo alcanzado en 2 años y medio (955 contratadas). Dicho porcentaje resuena aún más si se tiene en cuenta que de toda la Administración Pública Nacional se despidió apenas al 3% del personal.
“Desde siempre nuestras vidas han estado en los márgenes de la sociedad. Con el cupo al menos podíamos integrarnos y tener una vida más digna. Lo que está sucediendo es un acto de discriminación por parte del Estado”, explicó Franco Ferreyra, trabajador despedido de la Agencia Territorial de Viedma, perteneciente a la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
“Es necesario volver a explicar que se trata de personas que deben enfrentarse a la discriminación que se expresa en la persecución y la exclusión que impiden el acceso a la igualdad real de oportunidades y de trato, que muchas de ellas han enfrentado exilios de sus lugares de origen por estas violencias y que ante esto el Estado se comprometió a generar medidas que reparen, protejan y que promuevan derechos, es una obligación que se expresa en leyes nacionales y tratados internacionales”, señaló por su parte Clarisa Gambera, secretaria de Género y Diversidad de ATE Nacional.
La mayor cantidad de los despidos se dieron en la Secretaría de Desarrollo Social, la Secretaría de Trabajo y la ANSES. Sin embargo, los números no son definitivos ya que podrían concretarse más despidos en los próximos días. El panorama no solo representa un perjuicio a la equidad social, sino que significa un golpe al federalismo porque echaron a personas de todas las provincias y delegaciones. Para peor, efectuaron despidos a personas que trabajan desde 2013 “lo que nota su saña hacia las personas trans trabajando en el Estado”, aseguraron desde Zaguán TranSindical.
“Hay lugares como el Ministerio de Trabajo donde echaron a todas las personas contratadas por cupo. Esto no es aleatorio, es discriminatorio. Están violentando el derecho al trabajo por nuestra identidad. Vamos a pelear desde los sindicatos y las organizaciones porque cada uno de los despidos es la oportunidad que no tuvo Tehuel y muchxs más”, añadió Víctor de El Zaguán TransSindical.
“Obviamente esto afecta mucho a la población TTNB porque nos cuesta más conseguir un trabajo. A temprana edad somos expulsados de nuestros hogares y violentados en nuestras propias familias por ser quienes somos. En una sociedad cis normada, el proceso de descubrimiento de nuestra identidad no es fácil“, continuó Ferreyra. Perder el cupo podría significar para muchas personas trans volver a la calle.
Como estrategia desde el El Zaguán y la Secretaria de Género y Diversidad de ATE organizaron, en conjunto con abogadxs laboralistas, un frente para reaccionar con estrategias comunes ante los despidos. Entre las herramientas elaboradas enseñan cómo mandar un telegrama para rechazar el despido y ponen al servicio de quien lo necesite los contactos de delegados de cada entidad. “Estos empleos deberían estar protegidos producto de la deuda histórica de discriminación del Estado y la sociedad hacia nuestras identidades que limitan nuestras posibilidades de vida”, explicaron en la cuenta de Instagram de El Zanguan. Además, realizaron una asamblea presencial en ATE Capital -que también transmitieron de manera virtual- para organizarse y tomar medidas frente a un posible avance del desmantelamiento libertario.
“En este contexto generamos estrategias en conjunto para enfrentar el desguace del Estado con acciones y medidas. Desde la Secretaría venimos llevando adelante articulaciones con distintas juntas internas y la Asamblea TTNB de todo el país. Comenzamos a construir un relevamiento y generar herramientas que puedan ser soporte para la acción gremial en cada sector de trabajo y nos sumamos para fortalecer la red de solidaridad y apoyo necesario entre sindicato y activistas comunitarios TTNB”, subrayó Gambera.
Según el noveno monitoreo de la ley de Cupo Laboral Travesti Trans y No Binarie que realizó el ex Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, para diciembre de 2023 unas 955 personas habían logrado “transformar sus vidas” al ingresar a trabajar en el sector público y 8196 personas se habían registrado en la base de datos. Estas medidas resultan fundamentales para la formación de un sector social que, según la Primera Encuesta sobre Población Trans (2012) de la Argentina, sólo en el 64% de los casos había completado el Nivel Primario o la Escuela General Básica (EGB). Asimismo, el 50% residía en viviendas deficitarias, al tiempo que el 85% de las feminidades trans declararon estar o haber estado en situación de prostitución. Gracias a esta ley, además se realizaron más de 500 actividades de capacitación y asistencia técnica sobre acceso y permanencia laboral para este sector.
“Muchas veces incluso con el cupo en nuestros trabajos sufrimos violencias. Todavía hay mucho por hacer para cambiar la cabeza. Estos despidos masivos son un atropello en torno a la comunidad”, finalizó Franco.
