«El salario universal es un derecho»

Especialistas del Instituto Gino Germani sumaron su voz a una de las discusiones del momento con el objetivo de ofrecerle al Gobierno una mirada alternativa. "La Renta Básica Universal es inseparable de una reforma impositiva radical y de un cambio de paradigma en cómo el Estado distribuye la riqueza", aseguran.

La crisis económica que trajo consigo el coronavirus desató un tendal de debates que antes permanecían encerrados en ámbitos como el académico y encontraron en estos meses su momento para asomarse a la agenda pública. La viabilidad o no de un salario universal, una suerte de ingreso mínimo para toda la población, sin exclusiones, que ya tiene prototipos de aplicación en países tan disímiles como España, Canadá, India, Kenia o Finlandia, es uno de ellos. La ONU acaba de pronunciarse ayer recomendando la medida. El propio Alberto Fernández adelantó hace un mes que el salario universal está en carpeta para cuando se corra el velo de la pandemia. En ese marco, sociólogos y docentes del Instituto Gino Germani de la UBA se juntaron para sumar su voz a la discusión y ofrecerle al Gobierno una mirada alternativa. Lanzaron una encuesta online que pretende recoger testimonios de potenciales beneficiarios e indagar en cómo les cambiaría la vida lo que ya la ANSES, tímidamente, empieza a nombrar como Renta Básica Universal (RBU).

“Como el debate está instalado, quisimos relevar opiniones y percepciones que tienen las personas con trabajo y las desocupadas. Entendemos que es clave generar algún tipo de consenso alrededor de una medida de este tipo, por todo lo que va a significar en lo simbólico y en cómo se va a financiar. Si lo que está pensando el Gobierno es realmente una Renta Básica Universal, va a generar un cambio de paradigma en cómo entendemos el trabajo y la dignidad. Queremos hacer un aporte concreto en ese sentido”, explicó a El Grito del Sur la socióloga Gabriela Bukstein, impulsora de la encuesta junto a Gabriela Blanco y José Manuel Grima, ambos también sociólogos del Gino Germani.

Luego de contestar si se tiene trabajo o no, si en relación de dependencia o por cuenta propia, si se recibe o no algún tipo de ayuda por parte del Estado, la encuesta consulta a quien quiera contestar si “sabe de qué se trata la Renta Básica Universal e Incondicional (RBUI)”, si “Considera que la RBUI es igual que los subsidios/planes para pobres” y  si “al otorgar la RBUI a todos los ciudadanos de un país, considera que crearía una sociedad más igualitaria”. Muchas de las respuestas, por sí o por no, vienen acompañadas de un párrafo a modo de explicación, que también busca concientizar sobre la medida. Uno de esos párrafos define: “La Renta Básica Universal e Incondicional (RBUI) es una asignación monetaria pública que sería otorgada por el Estado mensualmente, a toda la población de forma individual, sin ningún tipo de condicionamiento, automática y permanente”.

¿Es realmente eso lo que viene pensando el Gobierno? Por lo que dejaron trascender hasta ahora el propio Fernández y su ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, los sociólogos parecen ir un paso más allá. “Lo primero que queremos dejar en claro con la encuesta es que no estamos hablando ni del Ingreso Federal de Emergencia (IFE), ni de un nuevo plan social como estrictamente conocemos. No es que no estemos de acuerdo con las ayudas y los subsidios que aporta el Estado, pero cuando hablamos de Renta Básica Universal, es para todos, para los ricos y los pobres, los que tienen plata y los que no. Ahí está su característica principal, que muchas veces no se termina de entender y para nosotros es clave en la idea de diferenciar una política como ésta del resto”, aclaró Grima.

Gabriela Blanco, José Manuel Grima y Gabriela Bukstein

“De no ser universal, terminaría siendo un programa focalizado, asignación de recursos focales, algo como lo que ya tenemos, y no es la idea”, siguió el sociólogo. Gabriela Blanco, en la misma línea, pone el caso de España como el anti-ejemplo: el gobierno español implementó una medida similar a un subsidio de desocupación como paliativo a la crisis económica, aclararon, pero la RBUI es para todos. Sí, para todes, también para Pablo Rocca. “Cuando se pregunta qué piensa el encuestado sobre la universalidad del RUBI, en relación a si cree que todos lo necesitarían, casi un 60 por ciento responde que no. Nosotros lo que proponemos, en sintonía con muchos estudios de distintas universidades de todo el mundo que estudiaron el tema, es que una renta básica es para todos, pero no impacta de la misma manera en cada persona. Los que tienen plata, por así decirlo, lo devolverían a través de impuestos. La RBUI es inseparable de una reforma impositiva radical y de un cambio de paradigma en cómo el Estado distribuye la riqueza”, planteó Blanco.

“Parece una utopía –aclaró la socióloga– pero no lo es. El tema es muy antiguo y viene desde el siglo XIV, ya lo planteó precisamente Tomás Moro en su libro célebre. Se sigue replanteando y analizando el tema desde entonces”, dice. Entonces, ¿dónde buscar ejemplos prácticos de resultados positivos? “Hay experiencias en Alaska, donde es realmente universal y funciona, también en Finlandia. Si hay voluntad política, se puede hacer. Pero es necesario consenso”, insistió.

Lo que nadie discute, al menos por ahora, es que es una medida necesaria. “Vamos hacia un mundo prácticamente sin trabajo, post-laboral. Sobre esa realidad hablan las bibliotecas de la derecha y de la izquierda. Va a ser un mundo obviamente difícil, casi sin dignidad, porque tenemos la idea del trabajo asociado a nuestra dignidad. En ese marco, pensamos la alternativa del salario universal como un derecho. Partimos de que garantizaría el derecho a la vida, a la vida digna, la base de todos los otros derechos. Por eso tiene que ser para todos, sin distinguir clase social”, argumentó José Grima.

La pandemia, además, aparece como un momento propicio para la discusión. “La pandemia obviamente potenció la discusión. Es un momento propicio para dar este tipo de debates. El escenario que va a dejar el coronavirus en términos económicos, no solo en nuestro país, va a requerir de políticas audaces, con estas características, porque los efectos posteriores en términos de crisis, que están por venir, van a poner en riesgo ese derecho a la vida, a la vida digna. Si antes existía un mundo que avanzaba hacia un post-trabajo, ahora va a ser peor. Por lo tanto se hace mucho más urgente”,  finalizó el sociólogo.

Aquí, la encuesta:

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScMH6utatGTb5_qHMO7Pru0-MCeC3RmoAHuLYrmsPGkf9tvMg/formResponse

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