Los árboles perduran, la memoria también

✊Organismos de Derechos Humanos convocaron a “Plantar Memoria” en todo el país, una iniciativa que propone la plantación de 30 mil árboles en memoria de los 30 mil desaparecidos y desaparecidas. Crónica desde Caballito de la actividad convocada por distintas organizaciones políticas y barriales.

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Julieta espera parada abajo de uno de los árboles que bordean Plaza Irlanda sobre la calle Seguí, mientras sostiene un rociador con pico naranja con el que cada tanto sanitiza sus manos, las de su madre, Susana, y las de su hija, Diana. “Vinimos acá porque somos del barrio y yo tengo a mi papá desaparecido. Me pareció hermosa la idea de ‘plantar memoria’”, dice Julieta a El Grito del Sur. Su padre, Julio César Colaneri, fue secuestrado por la dictadura cívico-militar el 21 de julio de 1976 y hasta hoy continúa desaparecido.

Por segundo año consecutivo, la pandemia obligó la suspensión de la multitudinaria marcha del 24 de marzo, día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Esta vez, para recordar los 45 años del golpe de Estado, Abuelas de Plaza de Mayo y organismos de Derechos Humanos convocaron a “Plantar Memoria”, una iniciativa que propone la plantación en todo el país de 30 mil árboles en memoria de los 30 mil desaparecidos.

“Me parece que es una linda idea para hacer algo significativo, que perdure en el tiempo y que tenga que ver con la vida, ya que no podemos marchar”, opina Julieta, quien cuenta que este 24 va a intentar acercarse hasta el Parque de la Memoria, igual que todos los años, para tirar una flor al río en honor a su padre.

La plantación en Plaza Irlanda es una de las muchas que se hacen durante toda la semana en el barrio porteño de Caballito y que está convocada por las distintas organizaciones políticas barriales. “Esta es la primera actividad (de la semana). Vamos a plantar dos árboles de la especie anacahuita, que es una de las especies nativas que se pueden plantar en la Ciudad”, explica a este medio Osvaldo Balossi, comunero de Caballito por el Frente de Todes.

Un poco antes de las seis de la tarde, traen los dos árboles, que todavía no miden mucho más que un metro y tienen el tronco finito como una rama. También hay una pala, un tutor y unas rejas para proteger y acompañar el crecimiento de los pequeños árboles. Alrededor de los plantines, se congregan cerca de cien personas y algunes se van agrupando para sacarse fotos antes de que empiece formalmente la actividad. 

Fotos: Cristina Sille

El lugar elegido para plantar es un sector que está al lado de la Asociación de Vecinos y Jubilados de Plaza Irlanda y a pasos del mástil de la plaza, donde la bandera no flamea por falta de viento. Una de las organizadoras golpea con fuerza una, dos, tres veces hasta que la tierra cede y se empieza a hacer el agujero para el primer árbol. “¿Quién tiene ganas?”, invita la organizadora y ofrece la pala. Les vecines, que bromean diciendo que “agarran la pala”, se van turnando para cavar. “¡Pongansé alcohol en gel!”, pide uno de los que mira. El olor a tierra húmeda se siente a pesar de que todas las narices están tapadas por los barbijos.

A unos metros, en la entrada a la plaza, hay dispuestas tres mesas plegables donde otro grupo de vecines recorta y pega hojas con fotografías. “Queríamos acompañar la iniciativa con otra cosa y decidimos hacer una intervención con la muestra ‘Ausencias’ (del fotógrafo Gustavo Germano). Como la plaza tiene toda esta circunferencia (de rejas) decidimos poner las fotos ahí para que durara, que la gente viniera unos días después y siguiera presente”, dijo Verónica a El Grito del Sur.

Con pandemia o sin pandemia, tenemos que recordar el 24 de marzo, visibilizar lo que sucedió, recordar que este pueblo sigue diciendo Nunca Más y pidiendo Memoria, Verdad y Justicia por los compañeros desaparecidos, por los nietos que todavía no se encontraron y sobre todo para que no volvamos a caer en un error así”, agregó.

En las rejas también hay una guirnalda de fotos con los retratos de Marcelo Aníbal Castello, Armando Prieto, Julio César Abruzzese, Jorge Rosalino Infantino, Clara Kierszenowicz, Salvador Jorge Gullo, Luis Mercadal, y Jorge Scorelli, todes elles murguistas desaparecides. 

Fotos: Cristina Sille

“Nosotros siempre hablamos de esto, de los murgueros desaparecidos en dictadura, y marchamos todos los años -cuenta Agostina, integrante de Los Protagonistas del Carnaval-. Este año se dio la oportunidad de plantar el árbol y es hermoso, un orgullo, que podamos hacerlo en la plaza en la que ensayamos”.

Susana, la madre de Julieta, toma la pala y golpea la tierra con fuerza. Ella da los toques finales al pozo donde se planta el primer árbol. Después, les niñes de la murga pisan la tierra para asegurar el plantín. “Los árboles son algo que perdura, como la memoria”, dice. Abajo de la máscara de acetato que usa, explica, porque todavía no se vacunó, Susana llora al recordar a su marido. “Venimos a hacer presencia por él y por los 30 mil. Levantamos la bandera de Memoria, Verdad y Justicia todos los días”, agrega.

Fotos: Cristina Sille

“30 mil compañeros desaparecidos, ¡presentes!”, vociferan todos una vez plantados los árboles, que son acompañados por una placa que tiene un pañuelo blanco. Tatiana Ruarte Britos, nieta restituida y referente de la Comisión por la Memoria Caballito, cierra la jornada antes de que empiece la murga: “Plantar las semillas de los 30 mil es plantar memoria. Cuando pasemos por acá, vamos a saber que esto es parte de la vida de elles”.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.