Creadoras, publicistas, dibujantes, periodistas o aficionadas. Women in Games Argentina surgió en 2019 a partir de la necesidad de un grupo de mujeres vinculadas a los videojuegos de encontrar espacios comunes. Mientras veían que los intercambios y el trabajo conjunto se sucedían con naturalidad entre sus pares varones, en su caso los cruces eran inusuales, llegando a convertirse el baño en principal escenario de intercambio.
Frente a este panorama apareció la idea de organizarse, generando nuevos proyectos para avanzar contra la discriminación en el ambiente. “Muchas veces nos cruzábamos en alguna conferencia y ni siquiera sabíamos que una colega de la misma empresa iba a ir. Es algo que vemos hasta el día de hoy en nuestros eventos y revela la necesidad de tener una comunidad y un espacio seguro”, explica Stephanie Zucarelli, periodista especializada en videojuegos, miembro de la Comisión Directiva de Women in Games Argentina e Individual Ambassador WIGJ. “Es una industria que mueve más dinero que el cine y el deporte norteamericano juntos y sin embargo la presencia femenina es escasa”, continúa.
Para Stephanie, los videojuegos son parte de su ámbito cotidiano desde chica y, aunque la consola estaba asignada originalmente a su hermano, nunca dejaron de apasionarla. En ese sentido, sabe que forma parte de una generación que logró cambiar el paradigma tradicional del trabajo para reivindicar el espacio de juego y capitalizarlo como fuente de ingresos. “Si bien tienen 50 años de historia, los videojuegos muchas veces son subestimados por cómo se entiende lo lúdico en nuestra sociedad. Esto es aún más drástico en las mujeres, porque la mayoría crecimos con juegos simbólicos, ya sea cuidando a las muñecas o en la cocina, y no tanto con juegos abstractos de resolución de problemas. Recién ahora estamos viendo chicas de 15 o 20 años que pueden profesionalizarse porque pasaron toda su vida jugando más allá de las trabas que impone una industria adultocéntrica y masculinista”.
El principal objetivo de Women in Games Argentina es lograr que la comunidad gamer sea más inclusiva, visibilizar, educar y crear oportunidades de acceso para grupos tradicionalmente en desventaja. Con este fin intentan influir en todo el proceso de creación de los juegos, desde el desarrollo y producción hasta su comercialización, difusión, conservación y estudio como producto cultural. “Como cualquier objeto cultural, mientras más perspectivas tenga mejor va a salir. Nos importa mucho que nuestra organización tenga una mirada federal, porque sino volvemos a caer en la misma lógica hegemónica y porteñocéntrica”, manifiesta la periodista. Además, desde Women in Games organizan eventos, ciclos de charlas, jams y cuentan con un programa de madrinazgo para chicas sub 18 que quieren dedicarse de manera profesional a los videojuegos.
Impulsada por la ola verde, la presencia femenina en el gaming ha ido in crescendo durante estos últimos años, tanto de manera local como global. Un síntoma de esto fue que en marzo de este año la Secretaría de Medios de la Nación y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad lanzaron por tercera vez la convocatoria Crear, un programa que busca dar aliento económico a quienes quieran desarrollar videojuegos con perspectiva de género y diversidad. A pesar de los cambios sociales, desde Women in Games demandan más políticas de género, formalización de los incentivos dentro de las empresas, visibilización de la diversidad y erradicación de las violencias en red.
“Detrás de la pantalla mucha gente toma como un chiste la discriminación y termina reproduciendo mensajes ofensivos que generan que mujeres y diversidades no quieran participar de la industria. La comunidad existe para que podamos apoyarnos entre nosotras y eventualmente generar un circuito de contención que permita seguir con lo que estamos haciendo”, cuenta la joven en la misma semana que la Cámara de Senadores aprobó en comisión un proyecto de ley que sobre violencia digital. “Las redes son un eco que magnifica los mensajes sociales. Si hoy las feministas estamos luchando en conjunto para que no existan este tipo de discriminaciones y acosos en lo macro, desde el punto de vista micro también nos enfrentamos a eso. Es un trabajo de visibilización paso a paso”.
Sobre la recepción de la comunidad, Stephanie explica: “Hay gente muy emocionada que nos invita a eventos con la intención de construir una perspectiva más equitativa en los espacios de trabajo, pero también aparecen quienes nos cuestionan por qué poner el énfasis en las ‘mujeres’ si en verdad lo que queremos es lograr una comunidad inclusiva y equitativa. Nosotras planteamos que si bien en algún momento aspiramos a abordar las necesidades de todo el mundo gamer, ahora las mujeres y las diversidades somos el principal objetivo de cierto tipo de violencias y descuidos, por lo cual debemos darles prioridad”.
Para finalizar, Stephanie enfatiza en que la multiplicidad de visiones siempre enriquece los productos, por eso es tan importante que se inserten más mujeres y diversidades en la industria. “En el momento en que empezamos a incluir otras representaciones a nivel socio político, lo que hacemos es amplificar el mensaje para que sea más representativo. De esta manera no solo se derriban estereotipos, sino que se va humanizando al otro, lo cual es una de las principales luchas feministas”, concluye.
