«No vamos a permitir que los estudiantes se conviertan en trabajadores precarizados»

💥 Mientras María Eugenia Vidal busca desde el Congreso extender la medida a todo el país, estudiantes y docentes continúan resistiendo a la propuesta porteña de pasantías laborales obligatorias en el último año del colegio secundario.

El reciente anuncio del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, no tardó en generar malestar entre la comunidad educativa y despertó fuertes críticas también de legisladores y diputades de la oposición, así como de intelectuales y grandes figuras del ámbito educativo. Tanto estudiantes como docentes rechazan de plano la idea de implementar pasantías laborales de carácter obligatorio en el último año de las escuelas secundarias de la Ciudad de Buenos Aires. La propuesta no es algo novedoso, ya que forma parte de los lineamientos esbozados por el Ministerio de Educación a cargo de Soledad Acuña en un power point allá por el año 2017. Cabe recordar que dicha propuesta, conocida como Secundaria del Futuro, fue rechazada también en su momento por centros de estudiantes y sindicatos docentes, generando un conflicto que provocó la toma de decenas de escuelas. «En 2017 nos enteramos de la Secundaria del Futuro porque se filtró un documento, si es por el Gobierno de la Ciudad no habría ninguna instancia de diálogo con las comunidades educativas sobre este proyecto, y hoy nos encontramos con lo mismo», expuso Trini Villafañe, estudiante de 5° año del Osvaldo Pugliese e integrante del Centro de Estudiantes.

Algo en lo que coinciden estudiantes y docentes es en la falta de comunicación, información y participación que prima en las decisiones que toma el Gobierno de la Ciudad. «Asistimos a un anuncio propagandístico donde en las escuelas no hay ningún tipo de precisión sobre cómo piensan llevar adelante una medida que es obligatoria para todos los quintos años, lo que implica que habrá 30 mil estudiantes haciendo pasantías», apuntó Mariana Scayola, secretaria general de Ademys, en diálogo con El Grito del Sur. «Esto abre una serie de interrogantes sobre cómo están pensando la implementación, sabiendo que a nivel presupuestario no hay ninguna partida especial para este plan», agregó.

Por su parte, el secretario de Educación Secundaria de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Marcelo Parra, expresó: «Nos sorprende por lo que anuncian y por lo que no anuncian. Es decir, anuncian una cantidad de situaciones alrededor de las prácticas educativas, como por ejemplo que van a restar 120 horas cátedra de las materias que tienen las y los estudiantes. Y, por otro lado, nos preocupa la obligatoriedad que someten a las y los estudiantes, cosa que va contra la propia ley de prácticas educativas de la Ciudad». Y siguió: «No sabemos quién va a hacer el seguimiento de los y las estudiantes, cómo van a ser los espacios pedagógicos, cuáles son los contenidos, qué docentes van a acompañar a los estudiantes, y otra cantidad de situaciones que son realmente preocupantes».

La Secundaria del Futuro fue una propuesta del Gobierno de la Ciudad que empezó a implementarse en 2018, luego de un fuerte conflicto entre la comunidad educativa y las autoridades porteñas. Finalmente, aquellos y aquellas estudiantes que estarán cursando su último año en el ciclo lectivo 2022 deberán cumplir con las pasantías laborales obligatorias que formaban parte de la propuesta inicial de la cartera educativa. Hasta el momento no se habían registrado en las escuelas grandes cambios por fuera de la implementación de pantallas y dispositivos electrónicos, así como una serie de elementos que llegaron a las escuelas, continuando con «la política del marketing» de la administración Pro. «En mi colegio, por ejemplo, las aulas de los primeros y segundos años tienen pantallas pero nunca terminó de concretarse el proyecto de Secundaria del Futuro que venían a proponernos», contó Maica Colantoni, presidenta del Centro de Estudiantes de la escuela de Música «Juan Pedro Esnaola».

Colantoni es una de les casi 30 mil estudiantes que el año que viene deberá cumplir con las pasantías laborales obligatorias y, consultada por este medio, opinó: «Lo último que necesitamos es que nos saquen horas de clase para mandarnos a laburar gratis, seguramente con los propios amigos con los que Larreta hace negocios todos los días. Se nota que no saben en qué andamos: todavía necesitamos recuperar contenidos de la virtualidad, queremos herramientas para reforzar nuestra revinculación y además hay condiciones básicas que ya históricamente no están garantizadas, como la higiene, la infraestructura, la comida».

«Ellos hacen una interpretación muy parcial de la realidad y vinculada al mundo empresarial. De hecho esta propuesta de la Ciudad de Buenos Aires fue bien vista por Funes de Rioja, hubo una reunión anticipatoria con él antes del anuncio», dijo Parra en relación a las intenciones del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta con esta medida y su relación con sectores del empresariado como Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL). Y, en ese sentido, advirtió: «No vamos a permitir que los estudiantes, en el marco de lo que puede ser una actividad escolar y pedagógica, se transformen en trabajadores precarizados, porque no debería ser ésta la propuesta de las prácticas».

La dirigente de Ademys también se pronunció en tal sentido y criticó que «se juegue con las expectativas de estudiantes y familias», frente a un contexto de «creciente desocupación y precarización de la juventud». «Esto se da en un marco donde su propio espacio político está promoviendo reformas laborales, y lo han utilizado incluso como plataforma electoral, que precarizan aún más las condiciones de los trabajadores», resaltó. Y añadió: «Esta reforma en el nivel secundario, con la que el gobierno porteño ya viene intentando avanzar desde hace años, tiene que ver con las reformas generales que intentan vincular a la educación al mercado laboral, olvidando otras de las funciones fundamentales de la educación como puede ser, entre otras cosas, preparar a les estudiantes para una formación terciaria o universitaria».

El desempleo joven fue uno de los grandes temas que se puso sobre la mesa a la hora de captar el voto joven en las últimas elecciones de medio término, y la coalición de Juntos parece querer ahora tomar esa situación para proponer la implementación de pasantías laborales obligatorias para los y las estudiantes del último año del secundario en todo el país. Así lo expresó la diputada nacional electa por la Ciudad de Buenos Aires y ex-gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, a través de sus redes sociales.

«No llama la atención, sobre todo por las declaraciones que tuvo la ex-gobernadora en relación a la posibilidad de acceso a las universidades. Claramente se avanza hacia lo que el gobierno de Juntos por el Cambio en la Ciudad viene implementando hace muchos años, que es aumentar la brecha educativa. Entonces habrá un sector que va a acceder a un tipo de educación con posibilidades de continuar sus estudios y otro sector que va a hacer su formación como mano de obra barata para los empresarios», respondió Mariana Scayola ante la consulta de El Grito del Sur por el anuncio de Vidal.

En tanto, Marcelo Parra señaló: «Pensar que las prácticas educativas en el ámbito laboral van a generar condiciones para que esos y esas estudiantes consigan trabajo es delirante».

Por último, en relación a las medidas que tomará la comunidad educativa frente a los anuncios del Gobierno de la Ciudad, la presidenta del Centro de Estudiantes del Esnaola subrayó: «Lo lanzan a fin de año porque saben que no tenemos tanto margen de acción como para tomar los colegios». Si bien la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), que nuclea a los centros de estudiantes de la Ciudad, aún no pudo reunirse, Maica Colantoni opina que «no tenemos que ir con un no rotundo a las pasantías sino ir a discutir el cómo, dónde, para qué y para quién, porque es una realidad que los pibes necesitamos acercarnos al mundo del trabajo y estaría bueno que las escuelas nos lo faciliten, pero no con negociados y acuerdos neoliberales de por medio».

«Estamos a la expectativa de ver cómo continúa, no tenemos definida aún ninguna medida de fuerza pero lo que sí tenemos en claro es que nos vamos a oponer a que las y los estudiantes se transformen en trabajadores precarizados o sin sueldo, que además no es la función que deben cumplir las prácticas en el quinto año, y tampoco vamos a permitir que se vulneren los derechos de los trabajadores de la educación en el marco de sus puestos de trabajo», sumó el representante de la UTE por parte de los sindicatos.

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).