La persecución política en la provincia de Jujuy, con Gerardo Morales a la cabeza, no es novedad. Comenzó en enero de 2016 con la detención de Milagro Sala, se extendió durante el macrismo con la criminalización de la protesta y continuó en el mandato de Alberto Fernández con disciplinamiento a trabajadores de Ledesma, sindicalistas y organizaciones políticas. La semana pasada, el raid de persecuciones tuvo un nuevo capítulo cuando Sebastián Copello (dirigente del Polo Obrero) y Juan Choroque (MTR 12 de abril) fueron detenidos en el marco de allanamientos a sus domicilios. ¿Los delitos que se les imputan? Ejercer el derecho a la legítima protesta, bajo el manto de «desobediencia a la autoridad». Después de estar cinco días detenido e incomunicado, El Grito del Sur habló con Sebastián Copello para conocer los detalles del ataque de Morales.
¿Cómo fue el proceso de detención y por qué nace la persecución contra las organizaciones piqueteras?
En primer lugar, es una persecución a la Unidad Piquetera que apareció como movimiento piquetero independiente muy grande con todos los reclamos nacionales, pero que irrumpió en Jujuy con la exigencia de trabajo genuino y acciones de lucha contra el hambre. Hicimos piquetes, movilizaciones, acampes y logramos un protagonismo muy importante. Y Gerardo Morales, que tiene como caballito de batalla un discurso de una falsa paz social -que con la crisis que hay es imposible-, avanzó contra los que salimos a luchar. En nuestro caso, Juan, Verónica y yo teníamos una convocatoria a un juzgado contravencional el viernes pasado por la jornada del 3 de marzo, pero dos días antes apareció una causa penal por el mismo caso, una aberración jurídica. No puede haber dos causas por el mismo caso. Nos acusaban de entorpecimiento del transporte -una causa contravencional- y nos armaron una causa penal por desobediencia a la autoridad. Y con esa causa penal cursaron una orden de allanamiento y detención totalmente arbitrario e ilegal.
¿Cuáles fueron los elementos irregulares que dan cuenta de esa ilegalidad?
En mi caso, por ejemplo, el allanamiento estaba a nombre de una persona homónima. Tenían mal los datos y la orden de detención estaba a nombre de otro Sebastián pero igual me detuvieron, me secuestraron el celular y me registraron toda la casa.
Lo que contás evidencia una complicidad grave entre el Poder Judicial y el Ejecutivo de Jujuy…
Acá Morales tiene un Poder Judicial propio, que es el Ministerio Público de Acusación, que solo existe en Neuquén y Jujuy. Tiene sus propios fiscales y a través de ese Ministerio detiene luchadores. En las primeras 24 horas de mi detención se violaron mis derechos constitucionales porque no tuve comunicación con ninguna abogada ni comí durante todo el día, un ataque a un derecho elemental. Y a nivel nacional hay una disputa para ver quién agarra la agenda de ataque a los piqueteros: Larreta dijo que quiere sacarle el plan a quienes movilizan, después Zabaleta también salió en el mismo sentido pero tuvo que recular. Morales tomó la sartén por el mango y señaló que es quien va más al fondo. Pero el martes hubo una movilización histórica en Jujuy: estuvo la Unidad Piquetera pero vinieron hasta el Movimiento Evita y la CCC. Es un golpe muy fuerte contra un gobierno que quería disciplinarnos pero se multiplicó la movilización popular.
Muchas veces, con estas persecuciones, se pierde el foco de las protestas. ¿Cuál es el origen de los reclamos de la Unidad Piquetera?
El reclamo del 3 de marzo era asistencia a merenderos y comedores. Crecen los merenderos y en Jujuy hay un recorte presupuestario muy grande del gasto social a partir del acuerdo con el FMI y el consenso fiscal que firmó el gobierno nacional en diciembre. Y acá ese gasto social Morales lo utiliza para sus punteros políticos: después del 2016, hubo un proceso de cooptación muy grande de dirigentes que estaban en la Tupac Amaru y terminaron con el gobierno. Morales armó un aparato punteril muy grande y mientras tanto la pobreza en Jujuy crece, crecen los desocupados y los salarios están en la miseria: tenemos el salario docente más bajo del país, un jornalero cobra menos de 40 mil pesos al mes. A los comedores no van solo desocupados, van maestros y trabajadores que no llegan a fin de mes.
Se vio muchísima solidaridad con tu detención y la de Juan. ¿Cómo viviste ese apoyo que excedió al Partido Obrero y al Frente de Izquierda?
Fue impresionante. Yo me enteré ahora porque estaba incomunicado, pero es una muestra de fortaleza muy grande para lo que se viene. Yo lo puse en algunas publicaciones que hice: hay un principio irrenunciable y es la solidaridad de clase frente a los ataques del Estado. Los trabajadores tenemos que golpear con un solo puño porque es la herramienta que vamos a tener para enfrentar el ajuste y si hay un avance de persecución de parte del Estado, la solidaridad de clase es fundamental. Se solidarizaron incluso organizaciones oficialistas pero también periodistas, escritores, un montón de sindicatos como el SUTNA, la AGD o UTE en Buenos Aires. Se vio en la movilización en Jujuy, que fue histórica.
