Migrantes y pandemia: lo que mata es la vulnerabilidad

😷 Un informe elaborado por investigadoras del Conicet reveló que la tasa de letalidad del Covid en personas migrantes duplicó a la del resto del país. “La pandemia evidenció la situación de vulnerabilidad histórica de la población migrante en la Argentina", dijeron.

La tasa de letalidad por COVID-19 para las personas migrantes duplicó durante el primer año de la pandemia a la del resto de la población total del país. Así lo indica un informe elaborado por un grupo de investigadoras del Conicet, que advierte que la crisis sanitaria puso de relieve las desventajas de este colectivo en el acceso a la salud y en el resto de las condiciones básicas de vida. 

Las investigadoras Ana Paula Penchaszadeh, Julieta Nicolao y Natalia Debandi, integrantes de la Red de Derechos Humanos del Conicet, analizaron datos provistos por el Ministerio de Salud y se encontraron con que durante 2020 la letalidad del virus fue del 5,8 por ciento entre las personas migrantes, dos veces más que entre la población nacional, que fue del 2,7 por ciento. En 2021, si bien la letalidad disminuyó en general, se mantuvo en los mismos márgenes: 3,9 por ciento entre migrantes y 1,8 por ciento entre nacionales.

El estudio, titulado “Impacto de la Covid-19 sobre la población migrante residente en Argentina a la luz de las dificultades que obstaculizan su acceso a la salud”, da cuenta además de que la proporción de personas migrantes fallecidas, que fue del 9 por ciento del total, prácticamente duplicó al de su peso relativo sobre la población total del país, estimado en un 4,9 por ciento. 

También revelaron que la población migrante evidenció una mayor tasa de positividad (casos confirmados sobre número de testeados) que el resto: 39,2 contra 36,7 por ciento. Esa sobretasa coincide, en parte, con los altos índices de seroprevalencia (los anticuerpos adquiridos luego de haber cursado Covid-19) que se registraron en los barrios populares de la Ciudad, donde la mayoría de sus habitantes son, precisamente, migrantes. De hecho, observaron que el pico de casos en las villas de la Ciudad coincide con el de la población migrante, entre mayo y junio de 2020. 

Todos datos que “evidencian la situación de vulnerabilidad histórica de la población migrante en la Argentina”, concluyeron las especialistas. Si bien “no se puede establecer una causa directa o única de esta mayor mortalidad y letalidad asociada a la Covid-19”, afirmaron, “lo cierto es que se observa un impacto diferencial sobre las personas migrantes que integran los grupos más vulnerados en sus derechos y empobrecidos de la Argentina”. 

“Datos similares emergen en otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos, los estudios sobre contagios en relación a diferentes orígenes étnicos (razas según su clasificación) muestran que las personas de origen afro, latino o indígena americano -grupos que representan en buena parte a las comunidades migrantes- tienen dos veces más probabilidades de morir que los blancos americanos”, sostuvieron. 

Algunas de las causas pueden encontrarse en la Encuesta Nacional Migrante de la Argentina (ENMA), realizada por el mismo grupo de especialistas en conjunto con más de 30 organizaciones de la sociedad civil, tal como contó en su momento El Grito del Sur. Según la encuesta, el 51 por ciento dijo haber perdido sus ingresos a partir de la pandemia, pese a que la mayoría se dedica a tareas que fueron declaradas esenciales (desde tareas de cuidado al transporte privado o el delivery) durante la primera ola, lo que redundó en una mayor exposición al virus.

Otra causal es el pésimo acceso al sistema de salud: la mayoría de los encuestados denunció haber padecido malos tratos y actitudes discriminatorias como la exigencia del DNI argentino a la hora de ser atendidos. 

“La pandemia evidenció la situación de vulnerabilidad histórica de la población migrante en la Argentina, al iluminar la gran brecha que existe entre el reconocimiento universal del derecho a la salud y su goce efectivo e integral: pese al marco universalista y garantista vigente en materia de acceso a la salud, casi 4 de cada 10 migrantes han tenido dificultades para acceder al sistema de salud, según la ENMA. Barreras aún mayores han experimentado las personas migrantes que no cuentan con el DNI, que se reconocen dentro de grupos étnico-raciales específicos o que no hablan el castellano. Todos estos obstáculos que se interponen en el acceso universal a la salud se vieron crudamente reflejados en la mayor incidencia demostrada de la enfermedad por Covid 19 sobre la población no nacional”, concluyeron.

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Matias Ferrari

Periodista, comunicador y militante social. Trabajó en Página/12 y colaboró en la investigación del libro "Macristocracia" publicado por Editorial Planeta.