La población en situación de calle fue incluida por primera vez en el censo nacional, cuyos resultados dio a conocer el INDEC la semana pasada. Si bien valoraron la novedad, las organizaciones sociales que trabajan en la problemática no quedaron conformes con el resultado: el relevamiento arrojó que sólo unas 2962 personas duermen a la intemperie en los principales centros urbanos del país. “Es un número que no representa lo que vemos a diario, cualquiera que ande por la calle con algo de sensibilidad se da cuenta de que es irrisorio, absurdo”, explicó en diálogo con El Grito del Sur Jorgelina Di Iorio, investigadora del Conicet y militante de la Asamblea por los Derechos de las Personas en Situación de Calle.
La principal objeción de las organizaciones tuvo que ver con el método elegido para censar, lo que, dicen, redundó en el “subregistro” del número final. “Fue un censo mal hecho. Para contar a las personas en situación de calle se aplicó en casi todos los distritos la misma idea general que para el resto, una lógica de la no movilidad, de quienes obviamente tienen casa donde quedarse a esperar al censista o tienen conectividad para completar el formulario. No es el caso de las personas sin techo, que se mueven permanentemente. No se tuvo en cuenta esa adaptación específica, ni se ideó un plan de concientización. Ese error fue constitutivo y derivó en un número final que no es el real”, agregó Di Iorio.
Según el INDEC, el 63 por ciento de las personas en situación de calle (1984 en total) viven en CABA y en los principales distritos (no todos) de la Provincia de Buenos Aires. En la Ciudad se contaron apenas 903, incluso menos que las 968 que en mayo pasado había contabilizado el Gobierno porteño. El organismo ya había sido puesto en tela de juicio por coordinar el operativo del censo con el Ejecutivo porteño y no con las organizaciones, que cuestionan desde hace años el método utilizado.
“Se censó únicamente durante la noche, y sin tener en cuenta las zonas críticas, tal cual como lo viene haciendo Rodríguez Larreta, lo que según nuestra forma de ver da cuenta de una falta de conocimiento de la problemática por parte del INDEC. Buscaron una foto y la foto nunca es representativa”, sostuvo la investigadora.
Fuera del AMBA, explicó Di Iorio, hubo experiencias rescatables. “En algunos casos, como Entre Ríos y Jujuy, se convocó a la gente en calle a juntarse en una plaza, para que estén todos juntos, lo que facilitó el conteo. Hubo un trabajo de concientización”, describió.
Di Iorio resaltó, además, que la población en calle “está siendo víctima de una ola de violencia muy fuerte” durante los últimos años, “lo que complica los registros”. “Necesitamos políticas públicas integrales que hoy no tenemos”, concluyó.
