«Quienes mueren por enfermedades relacionadas al sida son pobres»

Anoche, en vísperas de un nuevo Día Mundial del VIH y el sida, un grupo de colectivos nucleados en el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH tiñó el Congreso de rojo para visibilizar la necesidad de actualizar el marco legal de la respuesta al VIH, las hepatitis, las ITS y la tuberculosis.

Este 1º de diciembre se celebra un nuevo Día Mundial del VIH y el sida, y los colectivos que agrupan a personas con VIH continúan en pie de lucha por el tratamiento y la sanción de una nueva Ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e ITS, proyecto que descansa en el despacho del diputado nacional Pablo Yedlin desde hace dos meses. La normativa vigente es del año ’90 y en los últimos 30 años se han producido grandes transformaciones sociales, políticas y sanitarias. ¿Cómo se llega entonces a este 1º de diciembre? «En primer lugar se llega con 2000 personas más muertas por enfermedades relacionadas al sida. Las personas siguen muriendo a causa del avance de la infección por VIH y, en consecuencia, de enfermedades oportunistas que llegan por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida», responde Matías Muñoz, coordinador de la Asociación Ciclo Positivo, en diálogo con El Grito del Sur.

Foto: Tomás Ramírez para Ciclo Positivo

En un mismo sentido, Lucas Fauno, comunicador y activista LGBT+, opinó: «Estamos ante una pandemia global muy violenta que magnifica las desigualdades y las personas VIH positivas vemos aplicado un macro sobre las desigualdades que vivimos. Ni hablar cuando esto intersecciona por ser una persona VIH positiva LGBT+, y ni hablar si además sos una persona marrona». «Hay una pandemia que hizo que aquellas brechas que existían hoy sean más grandes y más anchas, hay menos acceso a los materiales preventivo, al diagnóstico de VIH y, por lo tanto, hay más brechas también en el acceso al tratamiento. Todo esto ocurre en un año en el que tenemos que sortear una pandemia, que todavía sigue llevándose muchísimas vidas», agregó Muñoz.

Durante la noche de ayer, en vísperas de un nuevo #1D, agrupaciones nucleadas en el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH realizaron una proyección frente al Congreso de la Nación y lo tiñeron de rojo, color que simboliza históricamente la lucha de las personas VIH positivas. También se presentaron nuevos datos epidemiológicos de este año, que revelaron que en Argentina hay un total de 136 mil personas con VIH. La presentación fue realizada por el Ministerio de Salud de la Nación, ONU-SIDA y la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), pero las organizaciones denuncian que no fueron tenidas en cuenta para el evento ni para la realización del informe. «Que se haya presentado el informe epidemiológico y que las agrupaciones de la sociedad civil no hayamos sido invitadas ni hayamos podido compartir nuestra voz me parece muy grave», expresó Fauno.

Foto: Tomás Ramírez para Ciclo Positivo

Desde Ciclo Positivo salieron también a cuestionar el informe presentado por la cartera nacional de Salud: «Tampoco se mostraron avances en relación con la información sobre la cantidad de personas con VIH en tratamiento efectivo, dato reclamado por las organizaciones desde hace varios años y que el Ministerio de Salud aún parece estar imposibilitado de medir». «Es decir, sabemos cuántas personas desconocen su diagnóstico (17% de la totalidad de quienes tienen VIH) y sabemos cuántas están en tratamiento en el sistema público (65% de quienes conocen su diagnóstico, unas 60.000 personas). Lo que aún no sabemos es cuántas personas tienen la carga viral indetectable, es decir, que llevan a término su tratamiento, que el mismo es efectivo y por lo tanto no transmiten el virus por vía sexual», detallan desde la Asociación.

Esta crítica viene en línea con las modificaciones y agregados del nuevo proyecto de ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e ITS presentado por un amplio abanico de organizaciones, que plantea la necesidad de incorporar a los colectivos de la sociedad civil al Consejo de VIH. La propuesta aún no ha sido tratada en comisiones y tampoco cuenta con dictamen favorable para pasar al reciento, motivo por el que militantes, activistas y referentes vienen empujando su tratamiento. Consultados por las expectativas de cara al próximo año, ambos coincidieron en la necesidad de alcanzar un nivel de acuerdo y voluntad política para que avance efectivamente el proyecto de actualización del marco normativo actual. «No podemos obviar las decisiones políticas que nos han llevado a que todavía no haya una nueva ley. Es un proyecto que ha sido cajoneado a propósito y ha perdido estado parlamentario varias veces», explicó Fauno. Y sumó: «Desde las asociaciones, organizaciones y demás vamos a hacer todo lo posible para que sea ley y para que se dé el debate, pero me parece una falta de respeto y algo violento que tengamos que reclamar un proyecto de ley siendo que la ley que tenemos data del año 1990, 0 sea, 30 años de diferencia».

Foto: Tomás Ramírez para Ciclo Positivo

«Se puede pensar en un 2021 con una nueva Ley de VIH, Hepatitis, Tuberculosis e ITS en tanto y en cuanto exista la decisión política de poder actualizar el marco normativo para que las personas empecemos a tener una mejor calidad de vida en clave de derechos. Estamos pensando en una nueva Ley de VIH que ponga en cuestión los determinantes sociales de la salud y el enfoque de Derechos Humanos para pensar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y sobre todo la adherencia a los tratamientos de VIH y la eliminación del estigma, la discriminación y la criminalización hacia quienes tenemos el virus», sintetizó Muñoz.

Actualmente, en nuestro país se estima que 17 personas por día contraen el virus y otras seis mueren a causa de enfermedades relacionadas al sida. Aunque los datos revelados por el Ministerio de Salud de la Nación muestran que los casos notificados se redujeron de 5800 anuales a 4800, desde Ciclo Positivo advierten que esto no implica necesariamente una reducción de infecciones, sino que puede deberse a una baja de las notificaciones a causa de la saturación del sistema de salud.

Lucas Fauno volvió a reiterar la necesidad de avanzar en la producción nacional de los medicamentos, de ser tenides en cuenta en los debates y las tomas de decisiones, y una ley que contemple a los niños y las niñas que nacen con el virus, entre otras reivindicaciones, y se refirió también al nivel de estigma y discriminación que aún en el 2020 continúa presente dentro de la sociedad argentina. «Acaba de salir información del Ministerio de Salud que dice que en Argentina 136 mil personas viven con VIH, de las cuales un 17 por ciento de ellas no lo sabe. ¿Por qué no te realizarías un test? Ni hablar de que seguramente haya muchas cuestiones de acceso a la salud, porque vivimos en un país totalmente CABAcentrado que piensa que las dinámicas solamente son como suceden aquí en Capital Federal. Pero supongamos que tenés la posibilidad, ¿por qué no lo harías? No lo harías porque seguramente lo único que conozcas del VIH son informaciones de muerte, de ataque, de prejuicio. No tenemos idea cómo viven las personas con VIH», expuso. «No solo prejuicio y estigma, hay odio», sentenció.

Foto: Tomás Ramírez para Ciclo Positivo

Por último, en relación al lugar que ocupa la temática en la agenda pública, el coordinador de Ciclo Positivo reflexionó: «Creo que sigue costando instalar la agenda del VIH porque quienes en el siglo XXI mueren por enfermedades relacionadas al sida ya no son las mismas que morían en el siglo XX. Ya no mueren famosos, ya no mueren artistas, bailarines, cantantes de rock, personas de ‘familias bien’: ahora quienes mueren por enfermedades relacionadas al sida son pobres y, evidentemente en la historia de la humanidad, las vidas de los pobres siempre valieron menos». «Por eso es importante seguir trabajando desde las organizaciones y desde la sociedad en general en una acción articulada para poder volver a instalar que el sida todavía mata y, en ese sentido, trabajar para convencer a los gobiernos locales de que se hagan cargo de los compromisos internacionales asumidos con la firma de los tratados de Derechos Humanos», concluyó Matías Muñoz.

 

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).