La tarde del pasado sábado 11 de noviembre, la policía y el SAME llegaron tarde. Diana Zoe López García fue asesinada por su pareja Fabián Norberto Villegas. La había agredido verbal y físicamente hasta que la apuñaló, en la habitación de un hotel del barrio de Balvanera, donde se encontraban. Él mismo llamó a los oficiales y se declaró culpable con una carta que posteó en Facebook. «No me voy hacer el inocente, pero la culpa la tenemos los dos”, escribió.
Este lunes amigas, amigos, compañeros a quienes les salvó la vida, y diversas personas se reunieron en el Patio de las Palmeras de Casa Rosada. Lugar donde la activista y referente travesti-trans se convirtió en la primera trabajadora de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación a través de la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans que siempre militó.
Zoe tenía 47 años y era oriunda de Salta. “Orgullosamente salteña”, solía decir. “Desde muy pequeña sentía que mi identidad de género no correspondía con la asignada al nacer y, como suele suceder, mi construcción identitaria transcurrió por un camino doloroso acompañado de varias exclusiones”, expresó en “Con voz propia”, un texto que en la jornada de despedida y reclamo de justicia fue recuperado en su memoria y en convicción por sus luchas que continúan en cientos de sus compañeras y familia.
Ese camino sinuoso la llevó a asumir la presidencia del Hotel Gondolín, un espacio situado sobre la calle Aráoz al 900, barrio porteño de Villa Crespo, que le salvó la vida a tantas personas. Conocido popularmente como “El Gondo», se transformó en una cooperativa de vivienda que habitan feminidades travestis y trans, que recibe, alberga y contiene a compañeras travesti trans (la mayoría de ellas procedentes del Norte Argentino, como Zoe), que abandonan sus viviendas debido a dificultades y carencias sociales: ya sea por haber sido perseguidas por la policía, expulsadas socialmente o no aceptadas por sus familias; y a la vez persiguiendo sueños, horizontes, en busca de oportunidades, derechos en su salud y al trabajo.
En Gondolín no se cobra alquiler. Los gastos se sostienen y se dividen de manera cooperativa. Mientras que a su vez brinda talleres educativos para continuar proporcionando herramientas que les permitan a las compañeras defenderse de un sistema excluyente, la falta de acceso y como decía Zoe, de “los vacíos que existen”.
“Hacer un CV para una persona travesti/trans pone de manifiesto los vacíos que existen en nuestra formación académica y profesional”, visibilizaba la referente, quien fue una de las principales militantes por la sanción de la Ley de Cupo Laboral Trans, convencida de que lo más valioso que aprendió fue “luchando por nuestros derechos y la diversidad sexual, por una sociedad más justa e igualitaria”. “Antes la policía me abría las puertas para entrar a un calabozo y ahora me abren las puertas para entrar a trabajar. Añoro poner mi experiencia acumulada en una institución donde pueda ser capitalizada y donde además pueda seguir formándome”, soñaba.
Hoy una de sus amigas queridas describía el dolor por su ausencia, justamente, como un “gran vacío en nuestros corazones”. “Su muerte confirma los riesgos a los que nos expone el patriarcado y el desamor disfrazado de caricias. Muy triste todo. Que en paz descanses querida amiga y compañera. Te vamos a extrañar, en cada marcha, en cada lucha, en cada encuentro, y en cada birra compartida con amigas. Y nunca se olviden, el machismo mata”, comentó en un mensaje de despedida y conmoción del Archivo de la Memoria Trans.
Desde el 1 de enero de 2020 a lo que lleva transcurrido de este 2023, se cometieron 29 transfemicidios. Número que demuestra que las vidas de compañeros y compañeras de la comunidad continúan estando en riesgo. Como resalta Laura Oszust, integrante del Observatorio de las Violencias de Género Ahora Que Sí Nos Ven: en el 90% de los casos, el femicida pertenece al ámbito conocido de la víctima. “Estas cifras forman parte de un contexto donde la violencia de género y los femicidios son el exponente máximo de una desigualdad estructural de género que, por ejemplo, se evidencia en la desigual distribución de la riqueza y del trabajo de cuidado no remunerado”, expuso al cumplirse otro aniversario del Ni Una Menos en un informe que presentaron junto a Feminacida.
El crimen de Zoe López García reitera la discusión por una Reforma Judicial Transfeminista, frente a la impotencia, al dolor y a los cuestionamientos de una Justicia patriarcal, clasista y racista. “Todo es dolor y bronca. Queremos a Zoe con nosotres. No vamos a parar para que la Justicia haga lo suyo, aunque justicia no vamos a tener porque nos la arrebataron”, manifestó hoy Mocha Celis, el bachillerato que integra a las personas travestis, trans y no binarias en la educación, permitiéndoles continuar su formación y estudios.
Hacia esta dirección, con y por Zoe, sus seres queridos la recordaron y lloraron en Casa Rosada, donde estuvieron presentes en representación de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, la Subsecretaria de Gestión Institucional, Raquel Vivanco, y el Subsecretario de Planificación General, Julián Massolo. Participó además la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont, y en representación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, la subsecretaria de Políticas de Diversidad, Agustina Ponce. Discursos de amor y un minuto de aplausos.
